La alcazaba de Badajoz estará vigilada por 21 cámaras de seguridad, que se colocarán en los perímetros exterior e interior y en los yacimientos arqueológicos, situándolas principalmente en las zonas rehabilitadas y en aquellos puntos que puedan ser más sensibles a la hora de ser objetivo de los vándalos. Este número «mínimo» de cámaras se irá ampliando en función de las actuaciones de rehabilitación que se vayan acometiendo en el recinto.

Así lo explicó ayer la portavoz del equipo de gobierno, María José Solana, quien ya anunció en declaraciones a este diario el pasado lunes que el ayuntamiento tenía un proyecto para implantar un sistema de viodevigilancia en el recinto. Lo hizo después del último ataque al monumento, en el que se causaron daños en un tramo de la barbacana, junto a la puerta del Alpendiz.

material ANTIVANDÁLICO / Las cámaras estarán fabricadas con material antivandálico. Una de ellas será de las denominadas de grado 2, contarán con tecnología de análisis de vídeo inteligente y seguimiento y trayectoria de todos los objetos, entre otras características técnicas. De las 21 cámaras, que irán colocadas sobre postes de nueve metros, 18 son domo y otras tres serán fijas.

María José Solana señaló que la inversión «mínima» que requerirá instalar este sistema de videovigilancia se estima en 150.000 euros. La intención del equipo de gobierno, según aseguró, es que el proyecto esté listo en breve y se pueda licitar la actuación para que las cámaras estén funcionando «cuanto antes».

La mayor dificultad está en la instalación propiamente dicha de los dispositivos por el entorno «singular» en el que van a colocarse. En este sentido, Solana apuntó que el presupuesto se podría ver incrementado en los casos en los que el cableado tenga que ir soterrado, puesto que al tratarse de un Bien de Interés Cultural requerirá de un estudio arqueológico previo. La portavoz municipal defendió que no se trata de colocar las cámaras de vigilancia en los lugares donde «sea más barato», sino donde cumplan la función para la que se instalan. Además, se cuidará especialmente que su impacto visual sea el menor posible. Por ello, su ubicación --mapa adjunto-- podrá variar en función de las decisiones que tomen los técnicos sobre el terreno.

Del control del sistema de videovigilancia se encargará una empresa, que será la que alerte a la policía cuando detecte algún tipo de comportamiento que atente contra el monumento.

María José Solana recalcó que el Ayuntamiento de Badajoz continuará denunciando a quienes causen destrozos en el patrimonio de la ciudad, como se ha venido haciendo en los últimos tiempos, y avanzó que en breve se presentarán «nuevas denuncias» por actos vandálicos.