El teniente de alcalde Ramírez del Molino manifestó que el ayuntamiento conoce la situación de desabastecimiento creada por el cierre de nueve plantas; que la decisión se tomó por la denuncia de una empresa del sector con licencia; y que se trabaja con la Junta para buscar una fórmula administrativa que permita conceder una licencia, pues "no queremos que denuncien al equipo de gobierno".

Del Molino explicó que estudian una fórmula con la declaración de los terrenos agrícolas que ocupan como improductivos, por la Dirección General de Agricultura, hasta que se apruebe el nuevo PGOU.

Por otro lado, José María López, hormigonero, contó que cerró su fábrica hace tres días, cuando agotó el material acopiado tras el cierre. Manuel Hurtado, extractor de áridos que aún trabaja, dijo que se unía a sus compañeros "porque tienen razón" y que "todos tenemos los mismos papeles, ¿por qué cierran a unos y a otros no?".