El teniente de alcalde Alejandro Ramírez del Molino anunció ayer que el ayuntamiento está redactando un bando que, si cuenta con el visto bueno de los servicios jurídicos municipales, pretende prohibir el uso de petardos en la vía pública en estas fechas, como respuesta a las continuas quejas vecinales por las molestias que causan estos artefactos, que han proliferado con la apertura de una tienda especializada en pirotecnia.

Ramírez del Molino comentó que ahora lo único que pueden hacer los agentes es presentarse en el lugar para comprobar si quien manipula los explosivos tiene la edad permitida. Reconoce que es una "verdadera molestia", al mismo tiempo que se teme que de aprobarse el bando, los jueces "no le den mucha validez", como ocurrió con los aparcacoches ilegales. Sabe que es complicado porque hay que coger "in fraganti" a quienes utilizan el petardo, por eso invitó a los padres a que convenzan a sus hijos de las molestias que pueden causar con estos artefactos.

Por otro lado, el teniente de alcalde anunció que ayer mismo la Policía Local de Badajoz iba a iniciar la inspección de distintos locales donde en años anteriores se han encontrado grandes cantidades de petardos.

DEMASIADAS DENUNCIAS Las quejas se han multiplicado desde que abrió sus puertas la pirotecnia Santa Bárbara junto a la estación de autobuses, hace un mes. Ramírez del Molino confirmó ayer que aunque esta tienda no tiene licencia de apertura, dispone de todos los informes favorables, de hecho, ayer fue inspeccionada por la Guardia Civil. Según el concejal, el único requisito que les falta es la autorización de la Comisión regional de Actividades Clasificadas, pero es comprensible que hayan abierto, según dijo, porque hay industriales que esperan varios meses, con los demás permisos en regla.

Son múltiples las quejas que este local está recibiendo desde que abrió, pero ninguna con tintes tan amenazadores como las pintadas que han aparecido en la fachada, en las que, entre otras frases agresivas se puede leer: "Fuera petardos, cierra o muere". El encargado de la tienda, Sergio Sierro, contaba ayer que no se sentía intimidado, si bien consideraba que si se prohiben los petardos en la calle, necesariamente disminuirá la venta, porque "los padres serán más intransigentes".