Los seis olmos que sobreviven en la mediana de la avenida Carolina Coronado no van a ser cortados y suprimidos sino trasplantados y trasladados al vivero municipal hasta que el Ayuntamiento de Badajoz decida una nueva ubicación, según confirmó ayer el concejal de Medio Ambiente, Antonio Ávila. El traslado forma parte del proyecto de adecentamiento de la mediana desde la glorieta de la estación de trenes hasta la de Cuatro Caminos con la plantación de rosales, con una inversión de 180.000 euros, incluida en el Plan de Impulso a la Economía Local.

El anuncio de esta actuación ha generado gran revuelo entre distintos colectivos, que se oponen a que desaparezcan árboles en la ciudad, que tantos beneficios aportan. El ayuntamiento aduce sus motivos. El servicio municipal de Parques y Jardines propuso trasplantarlos y no volver a plantar otros árboles por recomendación del servicio de Aguas, debido a que debajo de la mediana, a tan solo 1,20 metros de la superficie, circula una tubería de abastecimiento de agua de 200 milímetros, de fibrocemento, que puede resultar dañada con las raíces, según la información que obtuvo ayer a este diario.

La mediana de la avenida se divide en ocho tramos, donde se reparten los 6 olmos: dos en el primero, dos en el tercero, otro junto al cruce con las calles Canarias y Rey Mudafar y el sexto en la parte superior, junto a la rotonda de la estación. Originalmente, hace 35 años, poblaban toda la mediana en zig-zag. Había medio centenar. Son olmos pumila, de la variedad umbraculífera, conocidos vulgarmente como olmos de bola, que son más resistentes a la grafiosis, que diezmó la población de estos árboles.

No obstante paulatinamente se han ido muriendo, principalmente por este hongo. De hecho, todavía se conservan en la mediana una docena de tocones, cuyo arranque también se incluye en el proyecto. Se hará de forma manual, precisamente por el «grave problema» que plantea la tubería de abastecimiento. Por eso, cuando se planteó el proyecto de adecentamiento se decidió descartar por completo cualquier especie arbórea, conífera o palmacia. El servicio de Aguas lo desaconseja porque el sistema radicular afecta a la conducción y podría dañarla. De ahí que hayan decidido ceñirse a especies con raíces escasas que no puedan romper la tubería, como son los rosales. Se plantarán 5.500 de alta calidad, con floración muy cuajada en distintas gamas de colores porque no se han podido localizar tantos de la misma variedad. En este proyecto prima «la uniformidad» de la mediana.

En Parques y Jardines y en Aguas aún no saben si los antiguos olmos han podido dañar la conducción y por ello se van a retirar de forma manual. Nunca se han planteado su apeo y el proyecto prevé el trasplante porque estos ejemplares lo admiten, pues las enfermedades que presentan se están combatiendo. Los podarán, se limpiarán las raíces y se trasladarán al vivero en macetones, donde enraizarán para el próximo año volver a plantarlos. El ayuntamiento insiste en que en todo momento se ha previsto el trasplante de los olmos, nunca su desaparición, de la que en Parques y Jardines no son partidarios. Según su criterio la sombra no puede ser un argumento para mantenerlos, porque están en la mediana, no en las aceras y además hay que podarlos con frecuencia porque debido a la densidad de su copa, el viento los puede tumbar.

Para facilitar la visibilidad de los peatones que cruzan y de los vehículos, en tres metros de los extremos de cada tramo de mediana, junto a las intersecciones, se colocará césped artificial, porque no tiene mantenimiento. En el resto, los rosales sobre un sustrato especial.