El Ayuntamiento de Badajoz quiere rehabilitar el antiguo mercado de Santa Ana y su idea es reutilizarlo como centro cultural de artesanía, según anunció ayer la concejala de Urbanismo, Cristina Herrera, quien puntualizó que antes de adoptar ninguna decisión el consistorio se abre a las sugerencias de los colectivos y ciudadanos de Badajoz, para que en los próximos días hagan llegar sus posturas sobre el futuro de estas instalaciones.

El mercado de la plaza Chica está cerrado desde hace justo un año. El 12 de marzo del 2005 los dos últimos comerciantes cerraron sus carnicerías después de que Sanidad advirtiese al ayuntamiento, propietario del mercado, de que las instalaciones no reunían las condiciones sanitarias, por la falta de mantenimiento. Los comerciantes no querían irse pero tuvieron que hacerlo y ahora serán indemnizados por el consistorio.

PROTESTA El cierre se produjo en medio de una protesta ciudadana, en la que participaron algunos colectivos del casco antiguo. Antes de que esto ocurriese, ya el equipo de gobierno había anunciado la convocatoria de un concurso de ideas para definir el futuro de este espacio, que nunca se produjo. Con posterioridad, el ayuntamiento ofreció a la Consejería de Cultura este edificio para que lo rehabilitase como Espacio para la Creación Joven, pero la Junta rechazó esta posibilidad porque se trata de un lugar compartimentado y no reunía las condiciones necesarias para los fines propuestos.

Cristina Herrera recordó ayer que el ayuntamiento tiene presupuestada para este año una partida destinada a la rehabilitación del mercado, que ronda los 300.000 euros. Antes de acometer el proyecto de recuperación, el ayuntamiento quiere saber si los distintos colectivos están conformes con la propuesta de reutilizar el inmueble para un mercado de artesanos. Como se hizo desde su origen, los locales se alquilarían a los distintos adjudicatarios; ésa es la idea.

NOVEDOSO El mercado de Santa Ana, tal como se conserva en la actualidad, fue un proyecto de 1937. El edificio fue inaugurado en 1939 y muchos autores lo definen como el más representativo del racionalismo badajocense. Cristina Herrera expresó que en su momento este mercado, diseñado por Rodolfo Martínez, fue un diseño totalmente nuevo. Frente a los mercados decimonónicos, de la llamada arquitectura del hierro de esa época y cuyo objetivo principal era el control efectivo de la venta y manipulación de los alimentos, sin entrar en excesivas consideraciones sanitarias, se hizo este mercado "que fue un avance en su tiempo sobre higiene y sanidad". "En aquella época fue un diseño revolucionario", dijo.

Es una planta de cruz latina que aprovecha al máximo el constreñido espacio del que dispone y se estructura en dos alturas. En su época, los tenderos traían a diario la mercancía y lo que no vendían se lo volvían a llevar a casa.

El mercado de Santa Ana está incluido en el catálogo general del Patrimonio Histórico de Extremadura "y es de los pocos edificios del ayuntamiento que quedaban por restaurar", señaló Herrera. La concejala defendió que dado que en la ciudad no hay ningún espacio con tiendas de artesanía, éste sería un buen lugar porque se amolda a su antiguo uso y al mismo tiempo generaría un flujo de gente a esta zona de la capital pacense.