Parecía el cuento de nunca acabar, pero al fin la constructora entregó el jueves la obra del Fuerte de San Cristóbal al Ayuntamiento de Badajoz, según informó ayer el primer teniente de alcalde, Germán López Iglesias. El siguiente paso es abrirlo. El concejal anunció la intención de organizar jornadas de puertas abiertas con visitas guiadas por informadores turísticos, coincidiendo con la Feria de San Juan. Previamente, el ayuntamiento organizará un acto de presentación.

El Fuerte de San Cristóbal lleva cerrado más de 17 meses, desde que en diciembre del 2014 se derrumbase parte de un muro interior del monumento. La obra de reparación se solapó con los trabajos posteriores para mejorar los accesos exteriores, la iluminación del monumento y actuaciones en el interior para adaptarlo al uso hostelero. Esta última obra tenía que haber concluido a final de año pasado, pero se ha retrasado.

Esta adecuación, financiada a través del proyecto transfronterizo de España y Portugal Poctep, sufrió un retraso inicial porque el concurso que se convocó para contratarla se quedó inicialmente desierto. Se presentó una sola empresa, la UTE Azuche 88-Albero Extremadura, que no presentó los documentos que justificasen que estaba al corriente de sus obligaciones tributarias y con la Seguridad Social. Finalmente, la obra se adjudicó a Construcciones y Restauraciones Olivenza por 677.000 euros.

El ayuntamiento ya está elaborando los pliegos de condiciones para la explotación hostelera de las instalaciones para que, una vez reabierto el Fuerte, se pueda adjudicar.

La rehabilitación de este monumento se inauguró en febrero del 2014 y en los primeros quince días recibió 1.200 visitantes, lo que demostró el interés que despertaron las instalaciones, sumidas durante años en el olvido. Pero a los diez meses tuvo que volver a cerrarse. El 7 de diciembre se derrumbó un lienzo recién rehabilitado y el ayuntamiento decidió cerrar este elemento defensivo por motivos de seguridad. En marzo empezaron las obras para volver a levantar la pared derruida y prácticamente coincidió con la actuación que se inició en mayo para acondicionar el interior y el exterior, que tenía que haber concluido el 31 de octubre del 2015.