La obra de limpieza y restauración de los jardines de la Galera, en la alcazaba, va a permitir recuperar para la ciudad este espacio de paseo y ocio que se encontraba abandonado prácticamente desde que fue diseñado, en 1942, pues los jardines no se volvieron a mantener desde que empezaron a existir, con el consiguiente deterioro de este lugar, según ha explicado a EL PERIODICO la concejala de Urbanismo, Cristina Herrera. El proyecto lo lleva a cabo el Ayuntamiento de Badajoz y el presupuesto de la obra asciende a 300.000 euros, que proceden del 1% del Ministerio de Cultura, de una partida que también se ha utilizado para las obras del antiguo consistorio en la plaza Alta y la torre de Espantaperros.

Gracias a las obras que se están acometiendo, se ha destapado la Puerta de Mérida, cuya restauración está ya adjudicada, en base a otro proyecto, dentro del Plan de Dinamización Turística de Badajoz. También se ha descubierto un aljibe dentro del espacio de los jardines, que estaba cegado.

Una acción prioritaria de la obra de estos jardines era la del cerramiento de la Galera, un edificio del siglo XVI, adosado a la torre de Espantaperros, donde estuvo hasta 1939 el Museo Arqueológico Provincial y que en la actualidad se usa como almacén de este museo. El cerramiento de la Galera estaba sobre un relleno y se había desplomado el muro. Ahora se ha intentado realizar un cerramiento definitivo, que se ha ajardinado con la misma estructura que el resto de los jardines.

AGUA Y LUCES Según Herrera, los jardines se encontraban en la actualidad "totalmente "abandonados". El proyecto consiste básicamente en restaurar los jardines, utilizando materiales y técnicas empleadas en su construcción original, en jardineras y caminos, la instalación de red de riego y alumbrado público y el cerramiento exterior hacia el denominado vial rápido, ampliando el jardín hacia este nuevo borde. En estos momentos, el proyecto está pendiente de las plantaciones, que se harán entre febrero y marzo, para que pueda ser inaugurado en primavera.

Los jardines datan de 1942 y en los años sucesivos se materializaron varias propuestas para dar forma a este espacio con presupuestos distintos, a instancias de los responsables del Museo Arqueológico, preocupados por el mal estado de los alrededores del propio museo. El proyecto lo confeccionó el arquitecto Francisco Vaca Morales. La falta de agua y de presupuesto fueron los principales problemas.

Quienes ya han podido pasear por los jardines ahora limpios de la Galera los describen como un lugar único en la ciudad, desde donde se divisa la catedral, la iglesia de la Concepción y se domina la vega del Guadiana.