El Ayuntamiento de Badajoz acaba de sacar a concurso por 25.410 euros, correspondientes a una anualidad (ampliable a otra más) la prestación del servicio para la gestión y desarrollo del proyecto Aula de Carnaval, que tiene como meta celebrar el concurso de murgas infantil y juvenil. También actúan en la calle. Son la cantera de esta fiesta, declarada de Interés Turístico Nacional.

Esta iniciativa lleva funcionando tres años. El curso pasado participaron más de 400 niños y jóvenes, con edades entre 8 y 16 años, en las 16 aulas que funcionaron en la ciudad, todas ellas en centros educativos, además de la que se desarrolla en la Asociación de Coros y Danzas. Al concurso se presentaron 20 grupos (8 juvenles y 12 infantiles), pues se sumaron los procedentes de asociaciones y un colegio de otra localidad. Este año el ayuntamiento ha decidido sacarlo a concurso por el presupuesto que alcanza.

Entender la murga como un proyecto escolar es la base del Aula de Carnaval, con la implicación de alumnos, docentes y padres. El contenido de las enseñanzas que se imparten tiene carácter transversal, de forma que se liga a las materias escolares de los centros con actividades específicas. Además, el proyecto tiene como herramienta un blog para dotarlo de un plan de difusión y desarrollo

Como un curso escolar, los trabajos se desarrollan de septiembre a junio, de forma que hasta marzo tienen lugar los ensayos y la preparación de la actuación en el concurso del teatro López de Ayala y de abril a mayo se realizan las evaluaciones, se revisa el trabajo realizado y se organizan jornadas de encuentro entre los participantes, así como se coordina el que se realiza con murgas de Cádiz, donde pretenden viajar el próximo año. En junio hay que planificar los centros y los grupos que participan el curso siguiente.

Se trata de un proyecto educativo para fomentar la participación de los niños y jóvenes. El promotor de esta iniciativa es Luis Rodríguez, coordinador de los monitores que desarrollan las actividades. El aula se organiza como actividad escolar o extraescolar, según el colegio. El horario varía, en función de los grupos, los centros y las fechas. Pueden empezar en septiembre las clases una vez a la semana y en enero, a medida que se acerca el Carnaval, necesitan tres días. «Somos flexibles», apunta Luis Rodríguez. La media son dos o tres horas en uno o dos turnos a la semana. Si en un colegio hay pocos alumnos inscritos, se incluyen en el grupo de otro centro. En estos tres años, sólo dos murgas que se formaron durante el curso no llegaron al concurso del López, porque no estaban preparadas. Para el próximo curso, varias asociaciones de vecinos ya han mostrado interés en desarrollar aulas de Carnaval.