El Ayuntamiento de Badajoz va a solicitar a la Junta de Extremadura la declaración de la ciudad como Sitio Histórico en base a la Ley regional de Patrimonio, afirmó ayer Julián Prieto, director de uno de los equipos que trabaja en la revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) y del Catálogo de Bienes de Interés Cultural elaborado por el gobierno local.

La declaración de Sitio Histórico serviría para reconocer el protagonismo histórico de Badajoz, una ciudad que quizá carezca de edifícios simbólicos como otras históricas, pero que sin embargo ha jugado un importante papel como lugar estratégico y fronterizo, defendió Prieto, que compareció junto a la concejala de Urbanismo, Cristina Herrera, y con el director de los trabajos de revisión del PGOU. Prieto añadió además que este reconocimiento permitiría a la ciudad acceder a determinados programas europeos. Sería la primera ciudad extremeña con esta declaración.

El director técnico avanzó que al mismo tiempo que se ha trabajado en la revisión del PGOU, el apartado del casco viejo se ha plasmado en el Plan Especial de Ordenación y Protección del Casco Histórico, apoyado en el Catálogo de Bienes Inmuebles, donde se recogen datos de todas y cada una de las parcelas del casco histórico. En total, existen 2.276 parcelas, de las que el 38% (639 inmuebles) goza de algún tipo de protección. La arquitectura predominante es la tradicional decimonónica y, según Prieto, sin ella no se podría explicar el tejido urbano actual de la ciudad.

Julián Prieto manifestó que para la elaboración del catálogo (en el que cada edificio tiene su ficha con información de la superficie, alturas edificables, protección, situación y otros datos) se han revisado todos los archivos de Badajoz y el resultado ha sido que no existen "piezas" sueltas, sino que forman unidas "un conjunto real de arquitectura", donde "los hechos aislados carecen de especial relevancia, pues lo mejor es proteger el paisaje urbano".

FALTA DE MANTENIMIENTO

El principal problema que afecta a las edificaciones del casco histórico, según Prieto, es "la falta de mantenimiento de fachadas", por la inexistencia de una ordenanza estricta, el abandono de las cubiertas, afectadas por el agua y la utilización de materiales bastante humildes. Prieto también comentó que el abandono del casco histórico fue coyuntural, como en otras ciudades, porque había otras ofertas de suelo y de vida.