El próximo martes se presentará un proyecto de largo recorrido que se denomina “Badajoz Contigo, Ciudad Compasiva”. Lo impulsa Rafael Mota, médico de cuidados paliativos del Perpetuo Socorro y Presidente de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos. El proyecto pretende generar una complicidad ciudadana para el acompañamiento y cuidado de las personas vulnerables y dependientes; principalmente aquellas en situación de alta necesitadas de cuidados especiales o en las últimas etapas de la vida. Es un movimiento internacional denominado Compassionate Communitie y cuenta en España con ciudades como Vitoria o Sevilla.

Conocí a Rafa Mota cuando organizaba el congreso ibérico de cuidados paliativos y antes de su celebración se suspendieron los vuelos a Badajoz, lo que le dificultó la logística. Esto se aprovechó para presionar para que se cambiase de ciudad el congreso. No solo lo sacó adelante con todas las dificultades, sino que se ha considerado como el mejor de la historia de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos y al que asistieron más congresistas.

Hace unos meses me contó esta nueva aventura. Me explicó que los cuidados paliativos, cada vez más, no pueden ser solo responsabilidad de los sanitarios, que un enfermo puede prolongar su fase terminal mucho tiempo y eso requiere el acompañamiento y la ayuda de cuantos con él se relacionan en su entorno más próximo. Me entusiasmó con sus ideas y proyecto.

El nombre de Ciudad Compasiva puede tener un problema de interpretación, pues al ser una traducción literal del inglés se presta a ser malentendido. En español la compasión se entiende como la pena que se genera por el sufrimiento ajeno, sin embargo en inglés es la empatía sentida con el que sufre y que genera una acción de acompañamiento y ayuda para paliar el sufrimiento. No es solo acompañar en el sentimiento, sino cooperar para paliarlo.

Esperemos que esta semilla que está brotando llegue a convertir a Badajoz en un referente de solidaridad. Merece la pena enredarse en esta red.