TAt los pobres todo se les vuelve en contra. Es una desgracia estar enfermo, mas es un infortunio desmesurado estarlo siendo pobre. Lo sabíamos ya, pero lo ha demostrado recientemente un estudio, el Concord, coordinado en Inglaterra y realizado sobre dos millones de pacientes con cáncer de treinta y un países del mundo. Resulta que la supervivencia a los principales cánceres está directamente relacionada con el PIB, así que --como igualmente sabíamos-- se mueren antes y más los cancerosos de Argelia que los de USA. Todo por tener un PIB tirando a escuálido. España queda no muy bien, pero tampoco muy mal. Nos morimos menos que los argelinos y bastante más que estadounidenses o franceses. O sea, inversamente proporcional al PIB. Lo peor es que dentro de España cada autonomía va por libre en esto del PIB y, en consecuencia, es probable que también en lo de la mortalidad. De momento, a los extremeños se nos han echado encima las balanzas fiscales. Meses llevábamos dándole vueltas al tema, oponiéndonos rotundamente a su publicación con la rotundidad que nos caracteriza que es una rotundidad más bien floja. Era un esfuerzo desesperado más para intentar ocultar otra vez lo que la mayoría conocemos de sobra: que íbamos a quedar como los parientes pobres de PIB famélico y pulgoso. Así ha sido. No obstante, pobres y con pocos recursos podríamos merecer, al menos, ejecutivos regionales capaces de algo más que de gastar dinero no producido y de hablar de crecimientos económicos asombrosos que nunca coinciden con la realidad. Pero no. Veinticinco años de gobiernos miméticos únicamente han conseguido mantenernos a perpetuidad en el rincón del que partíamos. Necesitamos nuevas técnicas de progreso. Gestores. Empieza a ser urgente una renovación auténtica en el partido reinante que celebra estos días su congreso. Ojalá haya opciones más allá de lo conocido. De lo contrario, solo una esperanza: que no publiquen los datos por autonomías de supervivencia al cáncer. lrsabatertelefonica.net