Los usuarios del servicio público de alquiler de bicicletas de Badajoz (Biba) no necesitan ya tener a mano su tarjeta para poder utilizarlas, sino que les basta con teclear en las paradas su DNI y el PIN que les corresponde como abonados. Esto es posible por la instalación de un nuevo sistema de gestión con la adaptación del software, en la que el ayuntamiento ha invertido 12.500 euros, según informó ayer el alcalde, Francisco Javier Fragoso.

El alcalde adelantó además que en el plazo aproximado de un mes «se va a dar un salto de calidad importante en la gestión» de este servicio, pues los interesados podrán darse de alta on line, a través de la web municipal, en las propias paradas con pasarela de pago a través de tarjeta de crédito y por el método habitual en las oficinas de turismo. Fragoso se mostró convencido de que esto va a facilitar no solo el uso por parte de los vecinos que deciden darse de alta, sino que puedan disfrutar de este servicio los visitantes que temporalmente pasan unos días en la ciudad.

Por otro lado, se invertirán otros 20.000 euros más en la adquisición de 60 nuevas bicicletas que se van a incorporar al parque de 200 con los que cuenta ya el servicio en la ciudad.

El alcalde realizó ayer estos anuncios durante la inauguración de la primera parada del Biba con la que cuenta la barriada de Llera, situada junto a la sede de la asociación de vecinos y que es la número 25 del servicio público de alquiler de bicicletas, el único que ha sobrevivido en la región. La inversión en esta nueva parada ha sido de 8.000 euros. Fragoso defendió que el modelo que se ha seguido en Badajoz ha demostrado su éxito y «mantenemos un coste que es absolutamente simbólico, que no cubre ni mucho menos todos los gastos que conlleva sostenerlo», dado que los usuarios abonados pagan un euro al mes.

Los datos de uso de las bicicletas públicas de alquiler son «razonables», según el alcalde. A lo largo del 2017 hubo 1.200 usuarios inscritos en el sistema, que realizaron en torno a 40.000 viajes con estos vehículos, que se utilizan para el ocio y como medio de transporte para los desplazamientos por la ciudad. De hecho, la estadística pone de manifiesto que este último uso es el más habitual, pues las bicicletas se utilizan más los días de diario, con una media de 150, mientras que los fines de semana baja a 60, unos datos que dan a entender que el enfoque de este medio es más para salvar compromisos diarios que para el tiempo libre.

Según el alcalde, el servicio de alquiler de bicicletas llega ya a muchos extremos de la ciudad, desde el centro comercial El Faro a San Roque, la barriada de Llera y la margen derecha.

Quedaría pendiente la barriada de Cerro Gordo, cuyos vecinos ya lo han demandado. Pero Fragoso apuntó en relación a esta petición que se trataría de un medio de transporte «extraurbano», pues los usuarios tendrían que circular por la carretera y su configuración no es igual ya que no tiene la misma finalidad que en el centro urbano. «Evidentemente podrá analizarse en su momento», señaló el alcalde, dejando así una puerta abierta a extender el servicio.