Los bomberos de Badajoz no dieron abasto ayer para apagar tanto pasto como ardió: 14 salidas, una para un acceso a vivienda y el resto por incendios de rastrojos, entre las ocho de la mañana y el último recogido por EL PERIODICO, a las 19.10 horas. La mayoría, según un miembro del Servicio Contra Incendios, "provocados; a veces por vecinos que quieren limpiar una zona o matar la bichería, y otras por niños jugando. Pocos se producen por cristales o chispas".

La cadencia de llamadas al 080 fue tal, que en ocasiones los vehículos no volvían a la base, sino que dejaban un incendio cuando estaba controlado para ir a otro. Esta situación se produce desde hace varios días. Ayer hubo momentos en que en la base sólo estaba el operador de teléfono.

No obstante, según fuentes del servicio, "no es normal que haya salidas tan temprano, a las ocho de la mañana, como hoy; lo habitual es que comiencen a producirse a partir de las doce, y es normal que ardan pastos en estas fechas, pero no como ahora", dijo el citado bombero, quien pidió a los vecinos que sean cuidadosos y se mantengan vigilantes ante posibles causas de incendios.

HASTA SEPTIEMBRE

Ante esta situación, el servicio tiene su plantilla a completo, y en caso de necesidad, se llama al personal de descanso que está localizado, si bien no hay refuerzos. La previsión es que la actividad se mantenga con intensidad durante todo el verano, hasta mediados de septiembre, cuando comiencen a bajar las temperaturas.

La actividad en el servicio, ayer, con nueve bomberos, comenzó a las 8.08 con un incendio en la carretera de Sevilla, donde volverían varias veces a lo largo del día, cerca de Campomanes, donde ardió una rastrojera, dejando el fuego extinguido hacia las 9.30. La siguiente llamada para un acceso a una vivienda, para una señora con alzhéimer que estaba sola. El resto, incendios de pastos, hasta que por la tarde acudieron a sofocar uno en chalé, en Zapatón.

Otros incendios ocurrieron en Cerro de Reyes, cerca de Fuentecaballeros, varios en carretera de Sevilla, en la orilla del río y en las carreteras de Madrid, Olivenza o la Ronda Norte.