Tras la reunión de ayer entre el portavoz del grupo municipal de Ciudadanos, Luis García-Borruel, y la primera teniente de alcalde, María José Solana -la quinta, según Borruel, que es el que lleva las cuentas-, el portavoz de la formación naranja sacó la conclusión de que «el PP no quiere que haya presupuesto en el 2017, quiere prorrogar el que hay». Esto es así porque tampoco ayer Solana le entregó el borrador que su grupo está pidiendo para empezar a negociar. «Yo no voy a firmar ningún cheque en blanco», insistió.

En cuanto a los compromisos pendientes de cumplir, mencionó que la auditoría depende del informe de Intervención. Sobre la elección de los alcaldes pedáneos, Borruel está a la espera de recibir el informe escrito de la secretaría general de la Delegación el Gobierno de Extremadura que, al parecer, alerta de que el reglamento que regula este proceso «pudiera» constituir una infracción, según el informe que remitió la delegada al ayuntamiento y que resultó de una conversación verbal.- En relación al informe sobre el derribo del Cubo de Biblioteconomía, Solana le manifestó que la interventora no autoriza el pago de 18.000 euros para un contrato externo. También está pendiente la división de la ciudad en distritos. Serán 6 y se incluirá en el nuevo Reglamento de Participación Ciudana. Tampoco se han convoccado las comisiones sobre FCC, Aqualia e Ifeba. Solana no realizó manifestaciones a la salida y se remitió a las declaraciones del alcalde, Francisco Javier Fragoso, previas al encuentro, cuyo resultado desconocía. Fragoso defendió la disponibilidad del PP a negociar y apuntó que las líneas generales del presupuesto son las del año pasado, salvo la subida salarial del 1% de los funcionarios.