Con buen tiempo y mucho público, la Hermandad de la Virgen de Bótoa vivió ayer una de las romerías más multitudinarias de los últimos tiempos y convencida de sus atractivos para ser declarada Fiesta de Interés Turístico Regional. La celebración popular, que alcanzó su 451 edición, vivió una jornada de fiesta y convivencia con tal afluencia de romeros que costaba encontrar una encina libre para pasar el día a la sombra en las 40 hectárea de dehesa que rodean la ermita. Y ello sin que se produjeran incidentes notables, pues Cruz Roja realizó nueve asistencias, todas leves, según el coordinador del equipo, Víctor Gómez.

Los actos religiosos y lúdicos comenzaron la tarde anterior en torno a la ermita, pero fue la mañana de ayer cuando la romería alcanzó su cénit con la celebración, entre otros actos, de la Misa Mayor, a la que asistieron el presidente Vara, varios concejales pacenses, mandos de los cuerpos de seguridad, de la Base de Talavera y de la Brigada XI, representada por el coronel Torrens, cuando se cumplen 25 años del hermanamiento con dicha la Hermandad de Bótoa.

Tras interpretar el grupo de Coros y Danzas de Badajoz La Uva y Fandango Extremeño, y tocar la Banda de la Brigada, comenzó la procesión por los campos con la Virgen precedida por caballistas y las Lavanderas, hasta que tras la vuelta a la ermita, Emilio González Barroso procedió a la subasta del ramo de la Virgen, que se lo llevó el hermano mayor en funciones, Gonzalo Robles -por 1.300 euros-, y del rosario, adjudicado a Purificación Gómez - en 750-. Así mismo, el concurso de carrozas lo ganó Agua Bendita, de Badajoz; y en gastronomía, Cati Pulido con una tarta de zanahorias.

Gonzalo Robles, hermano mayor en funciones, manifestó a este diario que recurrirá con el apoyo del ayuntamiento, vía Contencioso, la denegación de la declaración de Interés Turístico Regional, «por no haber asistentes de fuera, dicen, pero ¿cómo pueden sabe de dónde vienen?», señaló. Tras un primer recurso, fallado en contra, ahora irán por la vía del Contencioso.