El ayuntamiento busca al propietario de la nave de la calle Nazaret que ardió el pasado domingo para pedirle que la derribe, y en caso de no encontrarlo, procederá a su demolición de forma subsidiaria. La nave de la calle Nazaret no es propiedad de Renfe, como han manifestado los vecinos, sino que está dentro de su recinto, pero era de la empresa Cross, que la vendió a Río Tinto y ésta a su vez a una financiera industrial de Madrid. Finalmente, ésta la subastó y pasó a ser propiedad de un particular, según ha manifestado un empresario inmobiliario de la zona.

Por otro lado, los bomberos consideran que los dos incendios del pasado domingo fueron provocados por por alguien, de forma intencionada o accidental, pues "siempre que arde un edificio que no tiene actividad y está abandonado, suele ser por un incendio causado por personas, ya sea por descuido de algunos de los que pernocten o se refugien en él, o por otras razones".