Hace varias semanas, un grupo de madres comentaba a las puertas de un colegio su impotencia ante la situación creada por culpa de un foco. Al parecer, sus hijos no podían recibir la clase de fútbol que tres días a la semana tenían por las tardes de las 18.15 a las 19.15 horas porque en las pistas del colegio no se veía. A esas horas ya había oscurecido y no había ningún punto de luz. La dirección del colegio pensó encontrar la luz en el ayuntamiento y éste apuntó a la Consejería de Educación, que volvió a remitir al consistorio. En medio de la desesperación de las madres ante tanta ineptitud, el joven monitor las intentó animar con una frase bíblica: "no os molestéis más en buscar la luz, antes crecerán los días que esperar una solución de la Administración". Casi ná la frase.

Esa misma máxima serviría al Manuel Pacheco, donde las clases por las tardes en el patio se ven interrumpidas por grupos de jóvenes aburridos que saltan la valla del patio e increpan a monitores y alumnos, lo que ha provocado que los monitores se marchen ante la falta de vigilancia. ¡Qué lástima! Tanto dinero, tanto esfuerzo y tanta ilusión perdidos por tan poco. ¿Alguien tiene un punto de luz?