En Butagás, desde que empezó el año han vendido 24 estufas de las conocidas como setas o paraguas por la forma que tienen y que se colocan a la intemperie desprendiendo un radio de calor de hasta diez metros. El responsable de la oficina en Badajoz, Pedro Nieto, tiene claro que esta elevada demanda tiene que ver con la aplicación de la Ley Antitabaco, pues ya hay muchos locales de hostelería de la ciudad que han decidido mimar a sus clientes fumadores que se ven obligados a salir fuera del establecimiento para echar el cigarro sin que para ello tengan que dejar de consumir.

La inversión inicial no es alta pues uno de estos artilugios cuesta alrededor de 200 euros. El problema es el gasto de combustible. Estas estufas funcionan con una botella normal de butano o de propano. La de butano cuesta en estos momentos 13,19 euros y tiene 12,5 kilos de carga, que dura aproximadamente unas diez horas funcionando, que es menos de una jornada de negocio. "Estas estufas consumen mucho gas y en muy poco tiempo", señala Nieto, quien confirma que ya hay bastantes negocios en la ciudad que se han decantado por colocar estas estufas: bingos, restaurantes, hoteles y bares, al mismo tiempo que constata que antes de la entrada en vigor de la Ley Antitabaco este tipo de aparatos "se vendía bastante menos" y solo se compraban para naves de grandes dimensiones.

Por tanto, el sector de la hostelería no es el único afectado por la puesta en práctica de esta normativa, sino que en este caso, para bien, hay quien se frota las manos, no para entrar en calor, sino viendo el negocio que se le avecina con el incremento del consumo de gas.