THte vuelto a mis recuerdos. Soy de las que hacen buenos propósitos en septiembre, pero precisamente hoy, que acaba el mes, les confieso que se han quedado en agua de borraja. No desespero. Aún estamos al inicio del nuevo curso y en mi interior mantengo cierto propósito de enmienda.

Un día, tan solo uno, me he puesto las zapatillas para enfilar la avenida de Elvas. Era mi primer día de lo que iba a ser un fructífero último cuatrimestre del año. Comencé a caminar y, como ya alguna vez les he contado es una actividad que me aburre mortalmente, me fui fijando en las distintas construcciones y espacios que jalonan el camino al tiempo que miraba con envidia a los que volvían, más madrugadores que yo, y a los que ya les faltaba menos para terminar lo que considero un suplicio.

Intentando acallar la voz que me tentaba a dar la vuelta, me sumí en mis recuerdos.

Faltan varios chalets de la imprecisa foto que el laberinto del cerebro guarda de la infancia. Un sendero sombreado de árboles que desembocaba en la casa, y el terreno que la rodeaba, con dependencias anexas donde, en algún tiempo ya olvidado, como de otra existencia, jugué con algunas amigas. Correr y esconderse. No recuerdo de quién era, ni otra cosa que ese corretear borroso por el paso del calendario. En mi caminar forzado creí reconocer la recta alameda hasta la casa y me paré --¡bendito sea¡-- intentando atrapar, entre la vegetación que guarda el recinto, algo de lo que fue el hoy de antaño.

Nada. Solo el color terroso del abandono. La foto en mi mente perdió un punto más de nitidez. Y seguí, en la espalda el sol de la mañana, andando, en un viaje hacia el pasado.

La plantación de eucaliptos que en la niñez me parecía un bosque, a donde mi padre llevaba a la familia, varios viajes en moto, para que respiráramos sus buenos aires. Hace tiempo que desaparecieron las hileras rectas, el suelo acolchado de hojas y el viento entre los altos árboles.

Para entretener la vuelta, pensé en este paseo, antes carretera que nos llevaba a Portugal.

Pero esos, son otros recuerdos.