La localidad portuguesa de Campomaior clausuró ayer las Festas do Povo 2015. Se acabaron los días festivos y los 10 kilómetros de calles engalanadas con flores de papel, fabricadas una a una con más de 30 toneladas de materiales. "Ha sido una verdadera invasión. Ha venido gente de Valencia, de Madrid y muchísimos extremeños", explicó ayer a este periódico Juan Rosinha, presidente de la Asociación de las Festas do Povo.

Pese a que todavía se desconocen datos oficiales de asistencia a Campomaior, Rosinha se mostró agradecido y entusiasmado con la acogida popular de la fiesta. "Ha sido espectacular y maravilloso, como siempre", indicó. A partir de hoy comenzarán los trabajos para retirar las flores de las vías públicas, aunque como recordó Rosinha, este año los "trabajos más artísticos" se conservarán para la puesta en marcha de un museo destinado a tal efecto en el centro histórico de la localidad.

Ya sólo queda mirar al futuro y esperar a las próximas Festas do Povo, cuya fecha todavía resulta incierta. "No podemos afirmar con seguridad cuándo volveremos a organizarlas. Probablemente, en el verano del 2018 o el 2019", afirmó al respecto. De momento, lucharán por ser declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.