La directora de la Mujer, Josefa Caraballo, destacó el papel de los centros de salud en la detección y prevención de los malos tratos, e insistió en la necesidad de implicar a otros sectores en la erradicación de este problema. Caraballo clausuró con el director general de Planificación, José Luis Ferrer, un curso sobre detección de violencia doméstica en las mujeres en la Atención Primaria.

El curso, al que han asistido una veintena de profesionales, se celebró en colaboración con el Instituto de la Mujer y los alumnos han recibido nociones sobre habilidades y actitudes necesarias para intervenir con mujeres víctimas de malos tratos.

Ferrer destacó la importancia que da la Junta a las actividades dirigidas a minimizar un problema social tan grave, "al que tenemos que hacer frente desde distintas instancias y desde esa puerta de entrada al sistema que constituyen los centros de salud". También recordó que hay un protocolo en marcha y un cuestionario que con el consentimiento de la mujer se rellena, y a través del cuál se busca la solución más satisfactoria para cada caso.

Aunque no se atrevió a dar datos referidos al número de casos de malos tratos que son detectados, reconoció que "es significativo"; además recordó que ésta "es una actividad más que hemos incorporado dentro del amplio marco de la educación sanitaria".

Caraballo recordó que "a través de la confianza que se pone en el médico de cabecera pueden detectarse los malos tratos".