Carlos Eugenio García, que mañana se sube al balcón para pregonar el Carnaval 2009, lleva casi tres décadas participando en la fiesta. Su pregón es un reconocimiento a la comparsa que preside, a la que pertenece desde hace más de 20 años, los Yuyubas. Fue también el responsable del Museo del Carnaval hasta que pasó a manos del consistorio pacense.

--¿Qué cree que va a ser más dificil dar el pregón o desfilar por la calle en el carnaval?

--Sin duda, dar el pregón. Me he tirado unos pocos de días rompiendo folios. Parece increíble que para algo que dura unos minutos me tenga que estar tantas horas preparándolo.

--¿De qué va a ir disfrazado cuando pronuncie mañana el pregón?

--Voy a hacer un homenaje a la comparsa Los Yuyubas y por eso luciré el traje que llevaremos este año en el desfile de carnaval.

--¿Va a improvisar o a leer un texto preparado?

--Lo que sí puedo adelantar es que voy a llegar a la plaza de España de forma espectacular. Nadie debe perdérselo. Es una sorpresa, pero os aseguro que voy a aparecer como una estrella.

--¿No cree que las murgas se preparan demasiado para ganar y menos para divertirse?

--El espíritu competitivo es innato al ser humano y a medida que pasan los años va creciendo. Pero creo que al final el objetivo de todo el mundo es divertirse y pasar un rato agradable.

--¿Desde cuando tiene espíritu carnavalero?

--Mi comparsa tiene 21 años, aunque me disfrazo desde los años ochenta, desde los mismos orígenes del carnaval actual. Entonces me hacía un disfraz popular cogiéndole a mi abuelo la boina y el bastón, algo que le cabreaba. Siempre he salido de carnaval.

--¿Cree que merece el Interés Turístico Nacional?

--Sin duda. Solo necesita para ello un pequeño impulso. Espero que en menos de dos años consigamos este objetivo, que es fundamental para nosotros.

--¿Qué considera que le falta a este carnaval que se dice que es el tercero del país?

--Nunca hablo de clasificaciones. Considero que el carnaval pacense es diferente porque el ciudadano participa durante todo el año. Todo lo que es diferente llama la atención y es bueno. No quiero poner a nuestro carnaval en ningún escalafón.

--¿Ir en silla de ruedas le ha supuesto algún impedimento para disfrutar de la fiesta?

--En absoluto. Tengo la gran suerte de que vamos en grupo y los impedimentos que aparecen se solventan. Siempre hay quien de mil amores me echa una mano. Sería más complicado si saliera individualmente. En la comparsa estoy siempre arropado.