Con el pregón arranca esta noche de forma oficial el Carnaval de Badajoz, el primero declarado Fiesta de Interés Turístico Nacional. Una etiqueta que ha costado tiempo y esfuerzos en conseguirla, pero que por fin llegó y que dará sus frutos a corto y medio plazo.

La teoría dice que a partir de ahora se producirá un mayor conocimiento del Carnaval fuera de nuestra región y que vendrá más gente a disfrutar de una fiesta que por su marchamo de calidad debe ser de las mejores.

Y esa es la tarea que queda por delante: hacer que la fiesta responda a las expectativas que despierta la nueva denominación. Pero no se trata de volvernos locos y cambiarlo todo, como he escuchado estos días. La Declaración de Fiesta de Interés Turístico Nacional la ha conseguido esta fiesta y no otra. Por lo tanto habrá que seguir ganando, año a año, pero en calidad, aunque en ese camino haya que modificar o eliminar lo que no funcione. El objetivo será conseguir que todos los momentos del Carnaval sean representativos de una fiesta que es de Interés Turístico Nacional. Y las mejoras habrá que buscarla en todos los rincones y protagonistas de la fiesta. Desde la organización de este evento, pasando por las distintas agrupaciones que participan en la misma, en el trabajo que realizan algunos medios de comunicación y por supuesto en la implicación del resto de la ciudad.

La Declaración de Fiesta de Interés Turístico Nacional que este año se ha conseguido no es la meta sino el inicio de un obligado camino que hace tiempo se decidió recorrer.

Pero habrá tiempo de analizar y reflexionar sobre el futuro de un Carnaval con muchas aspiraciones. A partir de hoy lo que toca es divertirse, disfrutar, reír, disfrazarse, imaginar, bailar, quedar con amigos, salir a la calle. Cuatro días para olvidar la difícil situación que nos rodea y por qué no, para intentar ser un poquito más felices.