Al finalizar el año pasado el Carnaval dediqué esta columna a proponer una reflexión sobre el carnaval que queremos, especialmente si pretendemos darle una dimensión internacional. No soy el más indicado para decir lo que hay que hacer con el carnaval, las fiestas deben ser sobre todo de los que las hacen posible, y antes de pretender ser un producto turístico o económico, deben ser una fiesta para que la disfruten los que la crean y la viven, las fiestas deben tener sentido en sí mismas y no ser un producto de marketing. El pasado año me parecieron muy acertados los esfuerzos para que durante el día se viviese también en la ciudad el carnaval, y se visualizase que la ciudad estaba de fiestas. Este año veo que la propuesta de vivir también el carnaval va tomando forma y se van sumando más gente. Me gustó ver durante todo el sábado como las calles del centro se vistieron de carnaval. Me gustó ver a dependientes de los comercios y a camareros disfrazados durante el día. Para muchos a lo mejor eran sus principales momentos del carnaval, pero también para la ciudad era una oferta atractiva para sus visitantes. Creo que difícilmente podemos ofrecer nuestro carnaval si solo se empiezan a ver las calles llenas de disfraces a partir de las 11 de la noche o la tarde del domingo en el desfile. Agradezco estas propuestas de día, y sin que eso impida, a los que así lo quieren, vivir la noche. También me parece necesario, que si queremos hacerlo internacional, con los primeros que tengamos que coordinarnos es con el Carnaval de Elvas. Hace unos años se empezó a hablar de la Eurociudad y no parece que avance al ritmo deseado, y aunque entiendo que no sea tan fácil unir lo que lleva muchos años dándose la espalda, quizá se pueda ir avanzando con pequeños gestos de coordinación. Es mucho más singular, e internacional, hacer una propuesta conjunta de Badajoz y Elvas en sus carnavales. No creo que sea tan difícil hacer algunas actividades conjuntas, incluso acciones de promoción. Pero bueno como dije al principio, que los carnavaleros decidan sobre que fiesta quieren. Yo simplemente agradezco que por el día también se pueda ver que la ciudad está de fiesta.