Miles de plantas y árboles de distintas especies y procedencia conviven durante su infancia en el vivero municipal, donde después de alcanzar la talla y la madurez ideal buscan su independencia en los parterres de las avenidas, las rotondas y los parques de Badajoz, donde intentan echar raíces combatiendo los efectos de la polución, el tráfico y los vándalos.

Más de 50.000 árboles y plantas han salido este año del vivero para repoblar las zonas verdes de la ciudad y sus poblados y en las próximas semanas se colocarán 50.000 flores de temporada. Petunias, pensamientos, tejetes y caparetas engalanarán esta primavera distintos rincones de la urbe.

"Cuando concluya el año habrán salido del vivero unos 80.000 ejemplares, entre árboles, plantas y arbustos, de los que se suelen perder entre el 15% y el 20%, en unos casos porque no sobreviven, en otros porque son objeto de acciones vandálicas o son sustraídas por los ciudadanos, que se han llevado, incluso, palmeras pequeñas y cicas", según el jefe del Servicio de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Badajoz, Francisco Ramírez de la Merced.

Laboratorio de pruebas

En los 40.000 metros cuadrados que tiene el vivero se mantienen más de 150 especies en zonas separadas, unas en contenedores y otras en tierra. Estas instalaciones, ubicadas junto a La Granadilla, no se utilizan para la reproducción, sino para la crianza y el mantenimiento de las plantas.

Ebónimos, lantanas, enebros, romeros, lavándulas, cipreses, pinos, olivos y palmeras, entre otras especies, pasan meses y años en el vivero hasta que están listos para ser trasplantados.

El vivero hace, además, de laboratorio de pruebas, porque "en la jardinería también hay modas, todos los años salen variedades nuevas y aquí las probamos, adquirimos diez o quince variedades y observamos cómo funcionan con nuestro clima. En estos momentos estamos probando una planta australiana denominada dodonea viscosa de la variedad púrpura, desconocida en Badajoz, si funciona se incorporará a nuestro catálogo", explicó.

Este año se ha plantado un árbol nuevo, en el parque de San Fernando y en una plazoleta situada frente a la plaza de toros, es el cinamomun cánfora , conocido como el árbol del alcanfor. Del vivero ha salido también un higuera que se ha plantado en los nuevos jardines de la Galera, pendientes de su apertura. "La higuera es un buen árbol, es resistente y da buena sombra, pero no se cultiva para la jardinería", señaló.

Arboles singulares

Las especies más antiguas se encuentran en el parque de Castelar "y el árbol mejor conservado, pese a su antigüedad, se encuentra en una zona verde situada entre el puente de San Roque y el de Revellín, es una gledicha teaclantos, parecida al algarrobo".

El vivero acoge una gran palmera canaria y olivos centenarios, donados por particulares. También tiene algún ejemplar del conocido ciprés calvo, que se cría y crece en el agua, la única conífera que pierde la hoja. "Aquí se trabaja con especies que resisten 10 grados bajo cero y más de 40 grados".

Este año el ayuntamiento invertirá 257.376 euros en la mejora de las instalaciones del vivero, "se arreglarán los accesos, se instalarán mallas para proteger las plantas y no se espigen, y se actuará en el sistema de riego", según la concejala de Parques y Jardines, Cristina Suárez Bárcena, quien aseguró que las instalaciones actuales son suficientes una ciudad como Badajoz.