José Antonio tiene 34 años, lleva cinco interno en la prisión de Badajoz y hace unos meses encontró en el teatro un aliado para sobrellevar la vida entre rejas. Los meses de ensayo y su entusiasmo se vieron ayer recompesados: junto a otros ocho compañeros representó la obra Una semana en Miami en el salón de actos de la universidad popular.

Era la primera vez que el grupo de teatro representaba la función fuera de la cárcel --se estrenó en la festividad de la Merced--. Nervios, emoción y responsabilidad se entremezclaban entre estos actores aficionados deseosos de ganar el aplauso del público, entre los que se encontraban muchos de sus familiares.

"La experiencia me ha aportado mucho. Antes era una persona muy tímida y he roto esa barrera", reconoció José Antonio, que también valoró el trabajo en equipo y el compañerismo en el grupo.

Antonia, de 44 años, ya era actriz aficionada en su pueblo de Ciudad Real. "Salir a la calle a representar la obra es un aliciente, porque te dan un voto de confianza. Te presentas delante de personas que saben cuál es tu situación y sus aplausos te ayudan a seguir adelante", aseguró.

Para Toni Noriega, de 46 años, el mundo de la escena tampoco es nuevo, aunque confesó que le ha costado asumir su papel. "Con el teatro te sientes valorado y es muy gratificante".

La obra es de Miguel Murillo, aunque el director del taller de teatro, Enrique Díez de Baldeón, funcionario de la prisión, y los propios actores se han permitido algunas licencias y han adaptado el texto para introducir más humor y una coreografía. "Sigue siendo una tragicomedia, pero hemos querido introducir diálogos más cómicos", explicó el responsable del grupo, del que forman parte 15 presos, que se han encargado del vestuario y el decorado. También se han implicado otros funcionarios.

La historia se sitúa en un ultramarinos, donde se dan cita personajes altaneros, calculadores o conformistas. Una clienta depresiva, casi al borde del suicidio, recibe un premio de un sorteo de una marca de lejía: una semana en Miami con Julio Iglesias.

Una murga surgida en el centro fue el germen de este taller de teatro. La subdirectora de Tratamiento, Mercedes Iruarriaga, valoró los efectos positivos que la actividad tiene en los internos. En mente ya tienen un nuevo reto: representar a un clásico.