El alcalde de Badajoz, Miguel Celdrán, criticó ayer la reacción de los socialistas a los abucheos que tanto el presidente de la Junta como la ministra de Defensa recibieron durante los actos del Día de las Fuerzas Armadas por parte del público. Celdrán señaló que "la voz del pueblo hay que escucharla, es la libertad de expresión", aunque al mismo tiempo reconocía que "a mí tampoco me gustan los abucheos". En concreto, se refirió a la delegada del Gobierno, Carmen Pereira, porque cuando hubo voces ante el Meiac dijo que provenían de NNGG, a lo que el alcalde le preguntó bromeando si todos los que le habían silbado a ella eran de esta formación "porque los había de 80 años".

También le criticó que "siempre sea tan indiscreta" porque el día en que se inauguró la muestra de material militar, tras las presentaciones de autoridades y delante de altos cargos de Defensa, se quejó de que no habían ido los ediles socialistas. Según Celdrán, las invitaciones dependían del ministerio, no del ayuntamiento, pero estaban invitados "y si no fueron es porque no quisieron".