El alcalde de Badajoz, Miguel Celdrán, se hizo eco ayer de la "inquietud" que le han expresado los técnicos que han sido citados a declarar por la Fiscalía Anticorrupción, quienes se quejan de que al tomarles declaración les han hecho sentirse más como imputados que como testigos. Según el alcalde, dicen estar "indignados" por haberles hecho partícipes de una campaña de descrédito, a pesar de que algunos llevan hasta 18 años en el ayuntamiento, y han trabajado con gobiernos de distinto color. Al mismo tiempo, Celdrán señaló que no es "justo" que la fiscalía esté practicando estas diligencias en periodo preelectoral, pues cualquier interpretación va a estar condicionada por esta investigación y puede influir en el electorado, para bien o para mal, pues el alcalde piensa que sería mejor que hubiese una sentencia en un plazo corto.

Con independencia de la situación de estos trabajadores, el alcalde dijo que la oposición miente cuando dice que han llamado a declarar 15 técnicos, pues han sido 9 y algunos han estado "un minuto", así como culpó al PSOE e IU del posible retraso que estos días se puedan producir en trámites administrativos en el consistorio, pues tienen que preparar los informes que requiere la fiscalía. "Si lo que pretenden --dijo-- es bloquear la Administración desde el ayuntamiento, en parte lo están consiguiendo".

A este respecto, en IU critican que se pretenda instrumentalizar a los funcionarios de Urbanismo "desde intereses partidarios y políticos" y concretan que sus denuncias se circunscriben al ámbito de lo político, pues están convencidos del buen hacer de los trabajadores.