El alcalde de Badajoz, Miguel Celdrán, descartó ayer que el arreglo de la red de saneamiento se vaya a acometer en la presente legislatura al considerarlo "imposible" por la elevada inversión que requiere.

El plan de saneamiento de la ciudad presentado por el concejal del Servicio de Aguas, Nicasio Monterde, que estaba pendiente de un plan de financiación, tendrá que esperar, "ya que la inversión, tal y como él mismo Monterde ha reconocido es tremendísima", según el alcalde.

Celdrán, que agradeció al concejal "que tenga informado al alcalde de cuáles son las necesidades y advertir de lo que puede suceder", explicó que no existe por su parte una negativa a ejecutar esta actuación. "Yo no digo que no se vaya a hacer, pero en esta legislatura es imposible, en otras legislaturas se replanteará a la vista del informe, de las posibilidades y de las necesidades que surjan, también, en otras legislaturas".

Según Celdrán, en estos momentos "hay problemas infinitamente más importantes que nos tienen preocupados", pero que no quiso desvelar a los medios de comunicación, de los que "dentro de unos días tendrán conocimiento". Aunque aclaró que esos problemas a los que hizo alusión "ya están resueltos".

OTRAS DEMANDAS El alcalde lamentó que no haya dinero para todo, "ojalá --dijo-- yo fuera Ruíz Gallardón para disponer del dinero que quiera, pero lamentablemente éste no es el Ayuntamiento de Madrid y hay que ir cubriendo las necesidades que la ciudad demande con más urgencia y que además son palpables y notorias", señaló.

Desde hace varios años Nicasio Monterde viene alertando de la necesidad de acometer la renovación de la red de saneamiento, que se encuentra en un estado deficiente y ha ocasionado algún problema, sobre todo en el casco antiguo de la ciudad.

Hace menos de un mes, el concejal propuso como alternativa para financiar esta inversión ampliar la concesión a Aqualia, la empresa que gestiona el agua en Badajoz, para que ella pudiera acometer el arreglo de la red de aguas residuales sin que tuviera repercusión en el bolsillo de los pacenses. Esta era la única solución viable que encontró Monterde, según dijo, para evitar una carga al ciudadano con el cobro de un nuevo canon.