La sesión plenaria celebrada ayer en el Ayuntamiento de Badajoz terminó como había empezado: como el Rosario de la Aurora . El alcalde, Miguel Celdrán, expulsó a todos los concejales del grupo Socialista tras mantener una trifulca con el portavoz del PSOE, Eduardo de Orduña.

El pleno tenía como fin debatir un único punto a petición del alcalde: para que Orduña "se retractase o ratificase" las declaraciones vertidas hace dos semanas durante un desayuno con los medios de comunicación, en las que habló de implicaciones de miembros del equipo de gobierno en negocios de constructoras y otras empresas.

Al empezar el pleno, tomó la palabra el socialista Justo Vila, quien puso en duda la legalidad de esta convocatoria, pero el secretario del ayuntamiento le aclaró que el pleno estaba convocado en tiempo y forma. Vila comentó entonces que los plenos deben ser instrumentos de control del equipo de gobierno por parte de la oposición, "y no al revés". "Ustedes --añadió dirigiéndose al PP-- están haciendo oposición de la oposición". El alcalde le llamó al orden pero Vila continuó diciendo que este convocatoria respondía "a un ataque de soberbia y prepotencia del equipo de gobierno".

Cuando le llegó el turno a Orduña, ya el alcalde parecía visiblemente nervioso e insistía en que el portavoz socialista ratificase o rectificase sus palabras de días pasados. Pero Orduña, con parsimonia, animado por el público congregado en la sala, inició una dilatada exposición criticando la gestión popular, perorata que llevó al alcalde a limitarle el tiempo de intervención. No llegó el portavoz socialista a explicar todo lo que tenía preparado porque se enzarzó con el alcalde en una trifulca a voces (animada nuevamente por el público) que llevó a Celdrán a avisarle de que "a la tercera está en la calle", como finalmente hizo. El alcalde "rogó" a los concejales del grupo socialista que "abandonasen el pleno". Antes de marcharse, Orduña dijo que se iba "porque me han echado".

Una vez solos (los concejales de IU no se fueron) el alcalde remató la sesión diciendo, en referencia al portavoz socialista, que "jamás hubo un personaje de tan baja talla que use la calumnia y la mentira y que le hace indigno para aspirar a la Alcaldía".

Ya fuera del salón de plenos, al conocer Orduña las palabras del alcalde, lo tachó de "cobarde" por haber esperado a que se marchasen para hacer estas declaraciones. El portavoz socialista explicó que "se ratifica" en sus acusaciones sobre la "permisividad" del equipo de gobierno con algunas empresas, pero que nunca él ha hablado de "lucro personal" y si alguien lo ha entendido así "es por su mala conciencia".

"Aquí hay empresas que hacen de su capa un sayo, como Aqualia con las obras del Plan Director", comentó Orduña y mencionó los beneficios que obtienen otras empresas con el avance del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU).

REACCIONES

También el portavoz del equipo de gobierno, José Antonio Monago, quiso hablar después del pleno para decir que si han optado por convocar esta sesión es porque el derecho a honor "es muy pequeño en el rifirrafe político" y la justicia nunca les da la razón. En cualquier caso, Monago invitó a Orduña a que si tiene pruebas de algún "movimiento extraño", se las comunique al alcalde "que es el primer interesado en que no ocurra" o que acuda al juzgado.

Los concejales de IU asistieron inmutables al pleno. A la salida, Manuel Sosa se lamentó del "espectáculo" porque situaciones como la de ayer son las que hacen que los ciudadanos se avergüencen de la actividad política. Sosa, sin embargo, señaló que "en política no vale todo", en referencia a las acusaciones del PSOE.