El alcalde Miguel Celdrán pidió ayer a la Asociación Amigos de Badajoz "flexibilidad" y "comprensión" en el asunto de la demolición del edificio que ocupa la Facultad de Biblioteconomía en la alcazaba.

Celdrán realizó esta petición durante la inauguración del mercado árabe de Al-Mossassa, en la plaza Alta, donde apeló al "interés general de todos los pacenses" y pidió que le dejen a su equipo y a él trabajar "para sacar el casco antiguo a flote", ya que considera que esto frenará su rehabilitación.

Aunque aseguró que aún no hay fecha para la reunión prevista con la consejera de Cultura, Leonor Flores, para tratar este asunto, Celdrán se mostró dispuesto "a seguir hablando y dialogando, y a no agotar las probabilidades que puedan quedar".

En este sentido, manifestó que espera "que, provisionalmente, se puedan adoptar algunas medidas a través de un convenio firmado entre todas las partes para prolongar en el tiempo la demolición". Un convenio, dijo, "con unos plazos lógicos y razonables, impuestos por el sentido común y por los técnicos".

Celdrán, que dio la razón a Amigos de Badajoz, le pidió "que confirmen realmente el título que ostentan de "amigos " y aseguró que "si no muere del disgusto este, le va a faltar poco".

Insistió en que "no tenemos ningún interés en que esté el cubo ahí, lo único que queremos es sacar el casco antiguo adelante".