El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Badajoz ha tardado en hablar, después de las manifestaciones vertidas el martes pasado por la consejera de Cultura, Leonor Flores, tras reunirse con la Asociación Amigos de Badajoz para abordar la sentencia del Tribunal Supremo que obliga a derribar parte de la facultad de Biblioteconomía. El alcalde de Badajoz, Miguel Celdrán, respondió ayer a petición de los medios de comunicación, y lo hizo en son de paz, sin contestar a las provocaciones de la consejera e insistiendo en que irá "de la mano" del Gobierno regional para solucionar los problemas que se puedan plantear.

Siendo así, el alcalde reconoció que la sentencia "está para cumplirla" pero defendió que debe hacerse "en cuanto se pueda y en cuanto se dé una solución factible a todo, económica, social y de desarrollo". Celdrán pidió tiempo "para solucionar los problemas y evitar daños y perjuicios". Mencionó que si la facultad tiene que irse al campus, como ha manifestado el rector, habría que buscar otra utilidad a este espacio que cumpla el requisito de atraer gente a diario a la alcazaba, "lo que sea, pero que haya algo que dé vida al Casco Antiguo y que ayude a mantenerlo y sacarlo adelante". Celdrán cree que es de "sentido común" que Biblioteconomía se traslade al campus, "pues bastante favor nos hizo" con ubicarse en la alcazaba.

"Tengo mucha fe --dijo-- en que las cosas se desarrollen con normalidad, sentido común y en beneficio de la ciudad y del Casco Antiguo". Destacó el desarrollo alcanzado los últimos años por el centro histórico y la revitalización que se ha conseguido después de quince años, un proceso que, según Celdrán, no se puede echar a perder. Defendió que "la semilla" de todo este proceso ha sido Biblioteconomía, además de otras actuaciones, como la UNED, las viviendas de la Inmobiliaria Municipal y "sobre todo los vecinos". Pero alertó de que si se va Biblioteconomía del Casco Antiguo, también cerrarán los apartamentos que hizo el ayuntamiento, la residencia de estudiantes, el pequeño comercio y tal vez la UNED. Por eso pidió que le dejen "sacar aquello adelante y si hay que tirarlo (el cubo) dentro de dos años, siete años o cuatro meses, lo haremos", siempre que haya otro proyecto para ocupar el espacio de la facultad.

Respecto a las movilizaciones convocadas por las asociaciones de vecinos y de empresarios del Casco Antiguo y de Menacho, el alcalde dijo que su intención es sumarse a la concentración del próximo jueves "porque todo lo que van buscando ellos es el desarrollo del Casco Antiguo, que es lo que siempre ha defendido este equipo de gobierno". Mostró su confianza en que no haya ningún incidente.

No descartó que en algún momento haya que buscar responsables de lo ocurrido, si bien de nuevo quiso quitar hierro señalando "que no se trata de buscar responsables, sino amigos que vayamos de la mano y si alguno hemos cometido algún error, benditos errores que traen beneficios a la ciudad".

También ayer habló del tema el secretario general del PP, José Antonio Monago, quien manifestó que la "mayoría de la gente no entiende que en un momento de crisis" haya que "demoler algo que ya está consolidado", un acto que calificó de "despilfarro del dinero público".