El alcalde de Badajoz, Miguel Celdrán, evitó ayer relacionar su decisión de volver a ser candidato a la alcaldía, con el proceso abierto en la elección de compromisarios y las repercusiones en su sucesión. Celdrán reiteró que, a pesar de que anunció que ésta sería su última legislatura, ha decidido que puede seguir cuatro años más, por los muchos apoyos que ha recibido.

El alcalde confirmó su intención de comunicar al PP su "predisposición" a presentarse a la reelección y dijo que "a mí me pasa igual que a Rodríguez Ibarra, que cuando digo que no me presento, enseguida me mandan cartas diciendo que por favor que no me vaya, y que me quede". También recordó al presidente de la Junta que él sólo lleva 10 años como alcalde, ni la mitad de los que Ibarra ha acumulado en la Junta (24).

Celdrán comentó que en los últimos meses ha estado cambiando impresiones en los pasillos del Senado con los compañeros, sobre su trayectoria y su situación física y psíquica "y todos me animan". Sólo reconoció que "sí hay alguna inquietud agregada a las que hay en el circo que tenemos montado y hemos conseguido limarla, pues mucho mejor para todos".