Los celos y las drogas marcaron la relación conyugal de María del Carmen M. R., y de Jorge Antonio D. C., así como su trágico final, según se puso de manifiesto en el juicio que se inició ayer y continuará hoy en la Audiencia Provincial de Badajoz. Jorge Antonio D. C., se sentó en el banquillo ante un jurado popular para dar cuenta de los hechos que se le imputan y que sucedieron la noche del 22 de octubre del 2003 en el domicilio familiar de la pareja en la localidad de San Vicente de Alcántara, cuando el inculpado, albañil de profesión, asestó a su mujer ocho cuchilladas en el tórax y el cuello, causándole la muerte.

El acusado, que reconoció haber matado a su mujer, aunque "sin intención", relató que en la pareja había problemas por la desconfianza y los celos que él sentía, ya que tenía sospechas de que su mujer le era infiel, por ello la noche de los hechos quería hablar con ella para aclarar la situación, "porque en realidad la quería y la sigo queriendo", señaló.

Aquella noche, después de la cena familiar y tras marcharse sus dos hijas, de 13 y 8 años, a la cama, fumó hachís y se dispuso a hablar con María del Carmen, que, según explicó, "estaba obsesionada con los videntes y las cartas, se compró un libro de tarot, hacía cosas de brujería y le leía las manos a las amigas", algo que a Jorge Antonio le molestaba. También reconoció que ambos consumían drogas, hachís y cocaína.

SIN MEMORIA "Yo quería arreglar los problemas pero ella me dijo que me tenía que echar las cartas", señaló. Fue entonces cuando comenzaron a discutir y se inició un forcejeo entre ambos y él le tapó la boca y acabó matándola con un cuchillo. Sin embargo, el acusado no pudo concretar en su declaración ante el jurado cuándo ni cómo cogió el cuchillo, tampoco logró recordar si amenazó o hirió a su hija de 13 años cuando salió a socorrer a su madre, ni explicó porqué simuló el suicidio de la mujer. "Me quedé como hipnotizado o paralizado", señaló.

CONTRADICCIONES Sin embargo, tanto la letrada de la acusación particular como la que ejerce la Junta de Extremadura, a través del Instituto de la Mujer de Extremadura, pusieron de manifiesto las contradicciones en las que, según éstas, incurrió el inculpado respecto a sus declaraciones ante la Guardia Civil, el juzgado de instrucción y en la reconstrucción de los hechos, cuando éste dijo que su mujer no quería hablar "y sintió la intención de matarla". Entonces, el acusado describió cómo se produjo la agresión y cómo actuó para intentar simular un suicidio.

El fiscal explicó a los miembros del jurado que en las conclusiones provisionales considera que los hechos que se le imputan a Jorge Antonio D. C. son constitutivos de un delito de homicidio, ya que no contempla alevosía, mientras que las acusaciones lo consideran un asesinato alevoso, ya que el acusado tenía intención de matar a su esposa, para lo que buscó el arma adecuada y actuó de manera inesperada para la víctima.

Por su parte, la defensa niega las acusaciones y pide la libre absolución, aunque con carácter subsidiario solicitaría una pena máxima de 5 años de prisión.

La vista oral continuará hoy con la declaración de los testigos y los informes periciales, aunque la hija mayor del inculpado declarará a puerta cerrada, a petición de las partes. Al finalizar la jornada de ayer se vivió un momento de tensión en la sala cuando un familiar de la víctima recriminó al acusado haber acabado con la vida de María del Carmen, de 34 años.