Más de un centenar de visitantes tuvieron ayer la oportunidad inusitada de visitar la torre de Santa María del Castillo, situada en el antiguo Hospital Militar, y la de Espantaperros, a las que no se puede acceder si no es solicitando previamente permiso al ayuntamiento. Lo pudieron hacer gracias a la visita que organizó la Asociación Amigos de Badajoz para conocer la alcazaba.

Las explicaciones corrieron a cargo de su presidente, Antonio Manzano, quien comenzó el recorrido en la plaza Alta, como lugar clave para conocer la alcazaba, cuya historia y contenido repasó, incluida la rehabilitación. En la segunda torre de Santa María no se pudo subir por el problema de las comunicaciones de la policía, pero sí a la de menor altura, desde donde se puede ver toda la ciudad.