Desde que abrió sus puertas en mayo de 14 años, el Centro Hermano de Cáritas ha acogido a casi 9.000 personas y la ocupación media de sus instalaciones se ha situado durante este tiempo entre el 75% y el 85%, según los datos aportados por su director, Pedro Herrera. En estos momentos las instalaciones, con 28 plazas, están ocupadas al 90%, y, aunque en el 2008 se tuvo que derivar en 86 ocasiones a usuarios a otros centros por falta de espacio, Herrera dijo que no han percibido que la crisis haya incrementado el número de personas que solicita ayuda. "Pero es previsible que más adelante aumente", auguró.

En estos 14 años, según Herrera, ha variado considerablemente el perfil de los acogidos y mientras hasta hace algunos años la mayoría eran españoles, ahora más de 50% son inmigrantes. También se ha reducido la edad de los acogidos que prolongan su estancia en el centro. Antes la mayoría eran personas de edad avanzada con enfermedades crónicas, y ahora el mayor porcentaje corresponde a menores de 40 años con adicciones o que padecen una enfermedad mental (en muchos casos ambas a la vez).

A pesar de que desde hace 7 años Cáritas y el ayuntamiento iniciaron conversaciones para la cesión de suelo en el que construir un nuevo centro de transeúntes, el Centro Hermano ha celebrado su 14 aniversario con un futuro incierto. El director de Cáritas, José María Vega, señaló que desde la última reunión con el alcalde, Miguel Celdrán, hace varios meses no se han producido avances.

Entonces, al consistorio ofreció el centro de menores Marcelo Nessi, una vez que la Junta construya el nuevo, pero la oenegé considera que esa ubicación "no es la idónea" y que el proyecto se retrasaría varios años. Por ello, insisten en que la solución más conveniente sería --como inicialmente parecía haberse acordado-- una permuta de terrenos entre el ayuntamiento y la Universidad de Extremadura para que el centro se mantenga donde se encuentra ahora, en la antigua ITI.