La UTE de Osuna y Renfe empezará en octubre a derribar el edificio donde funciona desde 1995 el Centro Hermano, que acoge a personas sin techo y transeúntes. Faltan seis meses y Cáritas todavía no tiene a su disposición un local donde trasladar el centro. Si llegado el 30 de septiembre no encuentra dónde reubicarse, esta institución que a diario acoge a una treintena de personas, desaparecerá de Badajoz.

Así de contundente lo cuenta Andrés Guerra, director de Cáritas, quien añade que no hay ninguna otra institución en la ciudad que pueda, en la actualidad, hacer la labor que se ofrece desde el Centro Hermano. Guerra hace un llamamiento a la sociedad en general, no sólo a las administraciones, "porque éste es un problema de todos, nosotros llevamos la voz cantante, porque es nuestra obligación, pero la solución no depende sólo de Cáritas".

El Centro Hermano ocupa este edificio de Renfe en alquiler, que paga religiosamente. Desde Cáritas se subraya que la empresa se ha portado con ellos generosamente, pues hace tres años que cumplió su contrato y se ha seguido renovando. En este espacio, la UTE desarrollará un plan parcial que incluye 450 viviendas.

Cáritas está en estos momentos intentando encontrar con el ayuntamiento un local. Se ofreció el edificio ya cerrado de El Progreso, ahora totalmente deteriorado por acción de los vándalos. Sin embargo, la institución no considera que éste pueda ser el lugar apropiado, como tampoco lo es el centro de menores San Juan Bautista. Guerra recalca que en la barriada de San Fernando jamás han tenido problemas con los vecinos, y no entiende el rechazo que ha podido originar en otras zonas.