Las obras del centro social que Cáritas está construyendo en la barriada de Suerte de Saavedra concluirán a final de año, nueve meses antes de lo previsto, según avanzó a esta diario Víctor Muñoz, responsable de la empresa VMZ, que ejecuta los trabajos.

La construcción del centro social comenzó a finales del pasado mes de febrero, después de una década de retraso desde que se ideó el proyecto, que se financia con los denominados fondos de la solidaridad recaudados con motivo de la riada de 1997, alrededor de 308.000 euros (los 300.000 donados y unos 8.000 correspondientes a los intereses de estos diez años).

Aunque el plazo de ejecución era de 18 meses, y a pesar de los problemas que hubo en un primer momento por la oposición de un grupo de vecinos de la calle Camilo José Cela a su construcción y la posterior aparición de restos de un edificio de los 90 que acarreó algunos escollos técnicos, el grueso de las instalaciones estará terminado este mes de diciembre, "a excepción de pequeños remates", explicó Muñoz.

La semana pasada se colocaron las rejas en las ventanas del inmueble y se inició el acerado que irá en el lateral del edificio, junto a una zona ajardinada. El interior del inmueble --con suelo de mármol de Carrara-- está prácticamente acabado, a falta de colocar los sanitarios en los aseos y rematar el patio central.

PATIO CON JARDIN Las instalaciones, con 400 metros cuadrados de superficie distribuidos en una sola planta, cuentan con varios despachos para los Servicios Sociales, una sala diáfana para talleres y otras actividades --con puertas móviles que permitirán dividirla en varias estancias en función de las necesidades--, una sala de juntas, aseos, una recepción y un pequeño almacén. En el patio central, cuyo perímetro se cerrará con grandes cristaleras, habrá un pequeño jardín.

"Es un edificio muy luminoso porque el arquitecto, Eduardo Escudero, ha diseñado un proyecto en el que se juega mucho con la luz", apuntó Muñoz.

El responsable de la constructora señaló que se ha ajustado el presupuesto para que el coste de la obra no superase el dinero recaudado en el 97, aunque defendió que "no se ha escatimado en calidad".

APARCAMIENTO Con respecto al proyecto inicial, según recordó José María Vega, director de Cáritas, se han tenido que suprimir el bar y la cocina previstos, porque los requisitos técnicos exigidos para estas instalaciones suponían que el coste del proyecto se elevara considerablemente. En su lugar, se ha habilitado un pequeño aparcamiento como exige la normativa para este tipo de centros.

Vega explicó que una vez que las obras estén concluidas, se entregará el inmueble al consistorio para que lo gestione, como consta en el acuerdo firmado en su día por el arzobispado y el ayuntamiento pacense. Este último será también el que se ocupe del equipamiento del centro social.

Los vecinos ya solicitaron hace poco más de un mes en una reunión mantenida con el concejal de Urbanismo, Celestino Rodolfo, que se agilizasen los trámites para que las instalaciones se equipen inmediatamente después de que el ayuntamiento recepcione el inmueble con el fin no demorar más aún su apertura y evitar que el edificio se deteriore al permanecer cerrado.