El Centro Hermano acogió el pasado año a 546 personas, más del 50% extranjeros procedentes en su mayoría de países del Este y del norte de Africa. Solo el 11% fueron mujeres y el resto, hombres. La ocupación media fue del 75% y se contabilizaron 7.300 estancias. Estos datos fueron ofrecidos ayer por el director del Centro Hermano, Pedro Herrera, y la coordinadora, Teresa Castellano, durante la presentación de la campaña puesta en marcha por Cáritas con motivo del Día de los Sin Techo, que se celebra este domingo.

Este año el lema elegido es No tener hogar significa mucho más que estar sin techo . Según destacó Herrera, con este mensaje se pretende concienciar acerca de la problemática de este colectivo haciendo ver que su situación va más allá de no tener una casa, sino todo lo que implica la palabra hogar: familia, apoyos, entorno, asistencia... Desde Cáritas explicaron que el objetivo de los centros para personas sin hogar no es solo cubrir las necesidades básicas de los acogidos, sino ofrecerles la posibilidad de "recuperar" sus vidas. En este sentido, Herrera y Castellano reivindicaron la necesidad de que se incrementen los recursos y el personal para que las estancias en los centros de transeúntes se puedan prolongar durante más tiempo "porque en dos o tres días es muy difícil" ayudar a una persona a reconducir su futuro.

Asimismo, destacaron la diferente atención que requieren los acogidos y llamaron la atención sobre la especial situación de las personas que sufren una enfermedad mental o aquellas a las que su edad (de entre 50 y 55 años) no les permite estar en una residencia de ancianos, pero necesitan un centro en el que vivir porque "están institucionalizados".

El Programa para Personas sin Hogar de Mérida-Badajoz (con dos centros, en Badajoz y Padre Cristóbal en Mérida) dispuso el año pasado de poco más de 487.000 euros, el 83% de aportaciones públicas y el 17% de donaciones privadas.