La parroquia de Jesús Obrero, en la barriada del Cerro de Reyes, acogió ayer por la tarde el funeral de quien fuese su benefactor, Ramón Bas Mirón, fallecido la tarde del domingo a los 87 años.

Ramón Bas Mirón era hijo de Ramón Bas Rojas, más conocido como Pepe Reyes, a quien debe el nombre el Cerro de Reyes, porque era el propietario de los terrenos sobre los que se asienta el barrio. Cuando el arzobispado decidió construir un templo para la parroquia de Jesús Obrero, la aportación de Ramón Bas Mirón fue decisiva. Precisamente con este templo quiso rendir homenaje a su padre, Pepe Reyes, mediante la colocación de un busto de bronce.

La edificación de la iglesia de Jesús Obrero no fue la única obra a la que contribuyó Ramón Bas, que también aportó fondos para la casa de la iglesia de la calle Ramón Albarrán y el arreglo de la ermita de San Isidro, en Tres Arroyos.