La policía continúa la búsqueda del autor de los balinazos de la semana pasada, pues aunque tomó declaración a una persona la semana posterior a los disparos, su testimonio no da pruebas de delito alguno. Además, la policía barrió la zona y peinaron los edificios que están enfrente del colegio Los Maristas, en cuyo interior hubo una alumna afectada por un impacto y en el exterior, una mujer que circulaba en ciclomotor, así como un profesor días antes.

La policía ha visitado todas las viviendas preguntando a los vecinos, dado que el estudio de balística establecía que los disparos habían partido de esa zona, pero sin resultados. Lo cierto es que después de estas intervenciones, el autor de los disparos dejó de actuar.

El jefe provincial de la Policía, Francisco Trigo, y Juan --que prefiere no dar sus apellidos--, que dirige la investigación, ésta "tiene mucha dificultad", y se han tocado todos los aspectos posibles, pero "en estos momentos no hay ningún sospechoso". También señalaron que la policía actúa ante la alarma social creada, pues en lo que se refiere al ámbito jurídico, el autor se enfrentaría a una falta de lesiones, ni siquiera un delito, por el tipo de arma y por el efecto causado.

Trigo afirmó que "tenemos la evidencia, casi la seguridad, de que los disparos se han hecho desde el edificio de enfrente y con una escopeta, no con una pistola, de aire comprimido", así como que "ha sido un hecho puntual, aunque después ha habido rumores de que ha habido más casos, que no hemos podido comprobar. hemos traído aquí a una persona a declarar, sin resultados positivos".

Juan explicó que se ha recurrido a las bases de datos de la Brigada Verde de la policía local, y a las armerías que venden este tipo de armas para tratar de obtener algún dato preciso, pero es posible que la carabina no esté registrada. Finalmente, concluyen que no se prevé ninguna detención aún.