En un espacio existente entre la puerta de El Corte Inglés de la avenida Saavedra Palmeiro y la del aparcamiento de Adeba existe un hueco que ha servido para habilitar una pequeña chabola fabricada con palés, plásticos y trozos de puertas, donde viven varios aparcacoches. Cerca, un poco más arriba, existe otra semejante.