Muchas eran las expectativas puestas en las Chimixurris para la primera semifinal. Su gran paso por preliminares, su aire revolucionario, su quinto puesto del año pasado... Y no defraudaron. Con permiso de Los Camballotas y A Contragolpe, protagonizaron la actuación más completa de la noche. Letras valientes, directas y carnavaleras que traerán la polémica al COMBA 2017. El López terminó por unirse a la revolución y muchos aplaudieron de pie el final del repertorio.

Los Irresistibles de A Contragolpe, esos galanes con aire de conquistador, abrieron la ronda con una presentación poderosa. Parecía mucho más trabajada que la de su primera comparecencia en el López. Aunque, sin duda, los pasodobles fueron lo mejor de su repertorio. En el primero, con un sabor nostálgico a carnaval, pidieron la vuelta de los tambores a la noche. El segundo fue a la mujer, a las mujeres luchadoras y extremeñas. Los cuplés funcionaron, aunque en el popurrí decayó algo la actuación. Ahí flojearon, quizás por pérdida de capacidad de sorpresa, y puede convertirse en su obstáculo para lograr un puesto en la final.

Los pelotas de Los Mirinda tampoco sorprendieron. Muchos gags no funcionaron igual que en preliminares y lo tendrán difícil para pasar. De lo mejor: el primero de sus pasodobles. Fue una simpática letra futbolera donde terminaron por mezclar al Badajoz, al Mérida y al Calamonte. Guardaron sorpresas como una letrilla a Ricardo Taylor, exmiembro de Las Agüitas, que se dejó ver encima de las tablas. Pero, en definitiva, su pase no superó al de hace unos días.

Y, antes del descanso, turno de Serendipity y sus Juan Carlos I, otra agrupación que apostó fuerte ayer por los pasodobles. La primera letra fue para la cantera. "Vienen pegando fuerte", advierten. Y quien haya visto el concurso de juveniles sabrá que nos les falta razón. Después criticaron la condición humana cantándole a su perro. El detalle: corrigieron algunos aspectos que no habían convencido en preliminares, como abusar del gag de sus figurantes. Que sea suficiente...

Y, en la penúltima actuación de la primera semifinal, llegó la revolución. Un movimiento, el de las Chimixurris, que conquistó al López a base de letras valientes y de carnaval. En el primer pasodoble se acordaron de La Mascarada, a la que criticaron el no saber aceptar un mal resultado en el concurso. En el segundo se acordaron de la prensa, a la que reclamaron difusión del carnaval más allá del mes de febrero. La polémica con el gimnasio RockGym también tuvo su hueco en uno de sus cuplés. Y volvieron a bordar su popurrí. Las revolucionarias gustaron mucho y no renuncian a nada.

Los Camballotas cerraron la sesión haciendo reír al público desde el principio hasta el final. Sus buitres discotequeros son graciosos hasta cuando bailan aun al estar callados. Sus dos pasodobles, geniales, demostraron que la agrupación sabe cantar, y de qué manera, desde el tipo. El segundo fue especialmente bueno con la fiesta de Los Palomos como transfondo. En los cuplés reclamaron con argumentos un condón sabor chorizo y se acordaron de Urdangarín. La intensidad bajó un poco en el popurrí, pero estos ligones estarán en la pelea para triunfar una noche más.