¿Quién no ha soñado alguna vez con que le lleven el desayuno todos los días a la cama? A partir de junio ese sueño podrá hacerse casi realidad porque sino a la cama, la nueva churrería que abrirá en la calle Moreno Zancudo sí llevará hasta la puerta de sus clientes churros, chocolate, café y zumos naturales. Aterriza en Badajoz el telechurro .

El reparto a domicilio no es la única singularidad de este nuevo negocio. Sus responsables, los empresarios pacenses Carlos Díaz y Nicolás Carmona, han querido que funcione como centro especial de empleo y el 100% de la plantilla son personas con discapacidad. En la churrería trabajarán tres empleados, que se distribuirán entre el local y el reparto a domicilio, que se hará en bicicleta si el cliente vive cerca y en moto cuando los pedidos sean de zonas más lejanas. También servirán a locales de hostelería y residencias de mayores.

"Funcionará igual que cualquier empresa con servicio a domicilio, los clientes llamarán por teléfono y, siempre con un pedido mínimo, que será de dos desayunos, se les llevará a su casa", explicaba Díaz. "A todo el mundo le ha parecido muy buena idea", añadía.

Los empleados están desde hace un año formándose para desempeñar su trabajo y en pocos días comenzarán a practicar con la maquinaria. A la plantilla se sumará Carmen Díaz, hermana de Carlos, que ejercerá de "relaciones públicas".

El nombre que han elegido para el negocio también tiene su propia historia. De la denominación de La Alcazaba, nombre previsto inicialmente, se ha quedado en otro un poco más extraño: a A a a a. ¿El motivo? Cuando los empresarios fueron a registrarlo no se lo permitieron y decidió eliminar todas las consonantes. "Unos dicen que es una tontería, pero a otros les gusta y creen que es simpático", justificaba el empresario.

Biblioteca benéfica

Una de las propuestas que estos empresarios harán a sus clientes es que sean usuarios de su biblioteca benéfica. En el local habrá varias estanterías con libros de segunda mano que han recopilado entre "familiares y amigos". El préstamo se ha valorado en un euro y el cliente podrá devolver su libro, quedárselo en propiedad o cambiarlo por otros cuando lo termine de leer. El dinero que se recaude, en colaboración con Cocemfe, se destinará a la compra de aparatos para personas con discapacidad con pocos recursos.

Díaz contaba ayer que no tuvo dudas a la hora de elegir la ubicación para su negocio. "Soy un enamorado del Casco Antiguo", confesaba. A eso sumaba la "tradición", ya que hace años en la calle Moreno Zancudo convivían hasta tres churrerías. Ahora la suya será la única en la calle y también con churros a domicilio.