Decenas de ciudadanos --150, según los promotores-- acudieron ayer a la convocatoria del Foro por el Medio Ambiente, la Plataforma Carril-Bici y Ecologistas en Acción para recorrer la ciudad y visitar algunos de los puntos más conflictivos en cuanto a medio ambiente se refiere, sobre todo por el Casco Antiguo y en el entorno del río.

La marcha partió de la plaza de España alrededor de las 10.30 horas y se dirigió por la calle Obispo, la avenida de Juan Carlos I, Francisco Pizarro, Meléndez Valdés, Santa Ana y Duque de San Germán hasta la plaza Chica, donde se encuentra el mercado de Santa Ana, que fue objeto de un primer análisis crítico por los asistentes, quienes destacaron el valor del edificio racionalista, muy deteriorado en la actualidad, y la necesidad de restaurarlo y darle un uso que lo mantenga vivo y sea una referencia para el barrio.

Los ciclistas continuaron la marcha por la calle Melchor de Evora, Puerta y Puente de Palmas hasta la orilla de la margen derecha del río, donde les esperaba Roberto Herrera, quien les explicó las circunstancias y los problemas medioambientales que padecen en la zona, y les indicó la existencia de vertidos contaminantes justo al lado de la cabecera del puente, "donde pudimos ver incluso la diferencia de color entre el agua normal del río y la zona de vertidos", explicó Arturo López, de Ecologistas en Acción.

La marcha prosiguió por el carril-bici existente entre los puentes Viejo y el de la Universidad, "que es uno de los pocos tramos que tenemos en Badajoz", y continuaron hasta la cabecera del puente Real para visitar los restos de una antigua gravera, en la que colocaron una pancarta con el siguiente texto: "Escombreras ilegales, no; restauración de graveras ya".

Continuaron el camino paralelo a la orilla del río de vuelta de nuevo hasta la carretera de Cáceres, desde donde se dirigieron a la zona de la antigua playa de baños, en la orilla derecha del Guadiana, donde José Antonio Balas, un popular vecino de esa parte de Badajoz, leyó algunos de sus poemas dedicados al río. "Fue un momento muy emotivo, porque recitaba muy bien y se emocionaba al leerlos", señaló López.