Alrededor de un centenar de personas asistieron ayer a la concentración convocada ante la Delegación del Gobierno por el Foro de la Inmigración para expresar su rechazo a la Ley y el Reglamento de Extranjería, porque consideran que mantiene el espíritu discriminatorio, injusto y el papel de frontera-tapón de España dentro de Europa.

Miembros de los colectivos que conforman el foro, de inmigrantes y otras personas a título individual participaron en la protesta iniciada a las cinco de la tarde, que se mantuvo alrededor de dos horas, con música por megafonía y chocolate caliente. Una portavoz del foro leyó un comunicado, en el que se denuncia que la legalización de las personas sin documentos legales quede en manos de los empresarios.