Cientos de personas --400 según la policía local y 800 según otras fuentes consultadas-- se congregaron anoche en la plaza Alta convocados por una veintena de colectivos ciudadanos --vecinales, profesionales y culturales--, para reclamar a la Asociación Amigos de Badajoz que no exija el cumplimiento de la sentencia del Tribunal Supremo que obliga a derribar el ´cubo´. Es una parte del edificio que alberga la Facultad de Biblioteconomía y la Biblioteca Regional.

Entre los asistentes había grupos de estudiantes, ciudadanos a título individual y miembros de diferentes asociaciones, así como casi toda la corporación municipal, incluido el alcalde, y otros representantes políticos y sindicales. Los organizadores subieron a un escenario con una pancarta con el texto "No al derribo. Sí a la Universidad", que sujetaban sus representantes. Mientras, el presidente de la Asociación de Vecinos del Casco Antiguo, José María Soriano, leía un manifiesto en el que se exigía a Amigos de Badajoz que abandone "su soberbia".

El manifiesto no planteó la exigencia de responsabilidades políticas por parte de los principales responsables de las dos instituciones involucradas en el proyecto que nació en el 2000. Si lo hizo en cambio Fernando Sánchez, el secretario de CCOO, al tiempo que señalaba la necesidad de respetar y valorar "la labor de Amigos de Badajoz, que como parte de la sociedad civil denunció unas irregularidades y la justicia le ha dado la razón y no se le puede criminalizar".

Sánchez reclamó "responsabilidades políticas, que tienen nombres y apellidos, y eso significa dimisiones en el ayuntamiento y en la Consejería de Cultura, los actuales si los otros no están. Se tienen que dar y no estamos acostumbrados a ello".

Por otro lado, indicó que hay "sentencias que cumplirlas perjudican más que benefician". Y que "la sentencia no habla de derribar el ´cubo´, sino de devolver el edificio a su estado original y eso es imposible. Hay que ser razonable, mediar y llegar a acuerdos para que no se cometa esa barbaridad y que lo que costaría la ejecución, se invierta en la zona".

Soriano recordó el esfuerzo y el dinero que costó realizar el proyecto y el resultado del mismo, así como que "todo lo conseguido se puede perder si prospera lo señalado en la Sentencia. Retrocederemos muchos años si llega a consumarse. La asociación recurrente debe tener en cuenta esto ya que, todos sabemos fehacientemente, que el edificio nunca volverá a su estado originario como dice la sentencia". Si bien admite el manifiesto que "pueden haberse cometido errores durante el proceso", añade que derribar "una parte sustancial del edificio sería una calamidad aún mayor. No podemos tolerar que por un empecinamiento echemos por tierra todo lo conseguido", tanto para el Casco Antiguo como para la Universidad.Para los manifestantes, sería "catastrófico" tener que ejecutar el derribo de parte del edificio que alberga la facultad y la biblioteca, representaría "un retraso en la recuperación" de la zona "y una marcha atrás de veinte años". Además, "el edificio matriz nunca volvería a su estado original". Por ello piden que se busquen "soluciones jurídicas".Soriano, "ante carteles que dicen sí al Estado de derecho aparecidos tras la convocatoria de esta manifestación", señaló que "tenemos que decir que ¡Faltaría más!", pero evitando "un derroche económico de considerables proporciones". Y añadió: "Exigimos a los Amigos de Badajoz que sean sensatos y reflexionen para que la racionalidad prevalezca sobre cualquier atisbo, si lo hubiere, de empecinamiento y de soberbia".El texto decía que "el daño y el perjuicio que se ocasiona, si se derriba el 'cubo', es mayor que cualquier otra satisfacción que se haya podido obtener al recibir una Sentencia favorable".Tras leer el manifiesto, los asistentes corearon eslóganes como "No al derribo de las instalaciones destinadas a albergar la Facultad de Biblioteconomía y la Biblioteca Regional", "Sí a la universidad y a la biblioteca en la Alcazaba", o "Sí a la total recuperación y rehabilitación del centro histórico".Al final de la concentración, los manifestantes marcharon hasta la plaza de España.