Las cinco grandes presas de la cuenca del Guadiana son prácticamente las únicas que tienen pendiente de aprobación las obras de implantación de sus respectivos planes de emergencia, si bien los técnicos de la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) ya tienen realizados los proyectos y presentados a las direcciones generales de Aguas y de Protección Civil para su aprobación, o en su caso, modificación. Así lo confirmó el director técnico de la CHG, José Martínez, al responder a este diario sobre la situación de los embalses en la provincia de Badajoz, a raíz de la publicación por los boletines oficiales de la provincia y del Estado de la exposición a información pública de los planes de cinco presas de las Vegas Bajas.

La cuenca del Guadiana tiene 32 embalses en total, 17 en la provincia de Badajoz --más 9 en la de Ciudad Real, 4 en la de Cáceres y 2 en la de Huelva--. Según Martínez, con estos cinco, prácticamente todas menos las cinco grandes tienen ya aprobados los proyectos de obras de implantación de sus planes de de emergencia. Faltan, pues, los de Cijara, García Sola, Orellana, La Serena y Zújar, que están concluidos y pendiente de aprobación.

Dichos proyectos comprenden la creación de una sala o centro de emergencias, que debe estar en un lugar alto desde el que se vea la presa, para acoger a los miembros de las administraciones que deban realizar el seguimiento y control en caso de accidente; y un sistema de comunicaciones con la distintos organismos implicados. A veces hay que expropiar el terreno para construir el citado centro, en caso de que no haya parcela pública disponible.

También se dispone la colocación de una o varias sirenas, dependiendo de la superficie, municipios y número de habitantes a que afecte cada embalse, u otros sistemas de aviso a la población, así como señales de indicación para casos en los que haya que cortar el tráfico en carreteras o caminos.

Tal es el caso de los cinco embalses cuyos planes se someten a información pública en la actualidad: Alange (que afecta a Alange, La Zarza, Villagonzalo, Don Alvaro y Mérida), Horno Tejero (Cordovilla de Lácara), Los Molinos (Hornachos), Proserpina (Mérida), y Boquerón (Cordovilla de Lácara). El plazo para presentar alegaciones es de 20 días hábiles a contar desde la fecha de publicación del anuncio, ayer.

VILLAR DEL REY Martínez señaló que los planes de emergencia contemplan diversos casos y tipos de accidentes para evaluar las posibles consecuencias, aunque "una presa no rompe; si se rompe, será un aliviadero, o una compuerta; se trata de medir hasta donde llegaría el agua y con qué fuerza en la primera media hora, la hora u hora y media, para prevenir a la población".

En cuanto a Badajoz, que se surte de agua de la presa de Villar del Rey, ésta tiene su plan de seguridad y emergencia desde hace al menos dos años. Su sala de emergencias tiene comunicación con la Protección Civil, la Delegación del Gobierno y hay sirenas en la localidad que le da nombre, en Baldebótoa y otros poblados y en Badajoz. Se estima que el agua avanzaría hasta la ciudad a la velocidad de un metro por segundo.