La ciudad de Badajoz saldó ayer la deuda histórica pendiente desde hace dos siglos con su hijo más universal: Manuel Godoy, al rescatar del olvido a este pacense que nació en la calle Santa Lucía en 1767, partió a la Corte de Madrid con 17 años y tras una rápida ascensión consiguió ser primer ministro del rey Carlos IV. Llegó a ser el político que más poder ha tenido en la historia de España, pero también el más denigrado, pasó media vida en el destierro y murió exiliado en París en 1851.

Godoy recibió un homenaje en el que estudiosos, historiadores y autoridades ensalzaron las distintas facetas del personaje para restaurar su memoria y despojarle de la leyenda negra que le ha acompañado.

En este acto, celebrado en el colegio de abogados, la concejala de Cultura, Consuelo Rodríguez Píriz, recordó el camino andado para la recuperación, lo que Enrique Rúspoli, Conde de Bañares, descendiente de Godoy, agradeció en nombre de su familia. Rúspoli recordó cómo el pueblo de Badajoz festejó con fuegos artificiales y banquetes la ascensión del Príncipe de la Paz, lo que llevó al ayuntamiento a adoptar el 26 de enero de 1807 el acuerdo de rendirle un homenaje y levantar un monumento.

Pero pasaron dos siglos hasta que la corporación municipal presidida por Miguel Celdrán aprobó el pasado 14 de enero hacer el homenaje y traer sus restos de París a Badajoz, con el fin de cumplir su deseo, aunque el traslado se está gestionando.

El presidente de la Real Academia de las Letras y las Artes, José Miguel Santiago Castelo, recordó que Godoy "fue el más intelectual" de los políticos, impulsó las artes y las letras, mientras que el general jefe de la Brigada Mecanizada Extremadura XI, Casimiro Sanjuan, destacó su ascenso progesivo pero fulgurante de soldado a general en poco tiempo. "No hay dudas de los favoritismos que le dedicaban los monarcas, pero tenía grandes cualidades". El historiador Alfonso Bullón habló de él como Gran Almirante de España e Indias.

Por su parte, el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, se preguntó "¿qué hubiera sido de Olivenza si no hubiera sido por Godoy?". Ensalzó la lealtad del político decimonónico e invitó a estudiar e investigar en profundidad, "pero no volvamos a caer en la tentación de juzgar al personaje por lo superficial".

VOLVER A LA PATRIA Tras este acto, la comitiva fue a la plaza de San Atón, donde el público esperaba y donde el alcalde, antes de descubrir la escultura, afirmó: "he saldado la vieja deuda de recuperar a Godoy para Badajoz y para España", porque estos son los primeros actos que se le dedican en España y con ellos se abre un camino "para el regreso a la patria por la puerta grande de la historia".

A continuación se descubrió el monumento, obra del escultor pacense Martínez Giraldo, que representa a un Godoy joven, vestido de general, con el Tratado de Paz de Badajoz. La escultura es de bronce y en el conjunto, que mide 6,5 metros, se han incluido unas naranjas como símbolo de la batalla con Portugal.

Celdrán entregó a Vara una réplica de la escultura realizada por Martínez Giraldo.