El lagarto que se preveía como una de las ofertas más originales y atrevidas de la Feria de la Tapa del Casco Antiguo que comenzó ayer, realmente no es el reptil verde sino una parte del solomillo del cerdo que la cocinera del café bar El Aljibe, María Eugenia del Pozo, ha elegido para confeccionar su tapa estrella con la única pretensión de conquistar el paladar de su clientela, aunque más de uno puede que se eche atrás solo al pensar que lo que va a comer es un trozo de una especie protegida. El establecimiento lo ha hecho con toda la intención, no solo por la calidad culinaria que caracteriza a esta carne sino porque "iba a dar que hablar". Y ya lo está haciendo, según contó ayer la cocinera, pues el primer día El Aljibe tuvo mucho público.

Como también acudió mucha gente al Gran Café Victoria, atraídos por el nombre de su tapa estrella: Langostino ibérico, una aparente contradicción que sin embargo guarda una sencilla definición, pues se trata de langostino envuelto en jamón, eso sí, con una reducción de Oporto y brote germinado de cebolla. El cocinero de ese establecimiento, Julián Plata, ha querido experimentar con esta combinación que no dejará impasible a quien la pruebe.

"Hay que ir mezclando e innovar, para que no sea lo de siempre". Este es el lema de Lucía Parralejo, la cocinera de El Callejón de la Plazuela, que ofrece una tapa cuyo nombre ya es atractivo en sí mismo: El sabor de una nube. Y todo porque entre sus componentes ha incorporado algodón de azúcar como parte del plato, junto al solomillo de cerdo envuelto en salsa de pimiento, rebozado en mermelada de arándanos y espolvoreado de maíz tostado. Ahí queda eso.

Y para mezcla original la de la Tapería Al-Iche, en la calle Moreno Zancudo, cuya tapa lleva por nombre Delicia de las mil y una noches, que no dice nada pero lo dice todo. Iván Crespo, el jefe de cocina, describe el plato: un cilindro de dos clases de foie amasado casero con rulo de cabra cristalizado, salmón marinado y crema de dátiles artesana de receta iraquí y reducción de Pedro Ximénez a la francesa. Parece cocinado por Sherezade.

Y éstos son solo algunos ejemplos de una oferta que hace la boca agua.